Peligran su función esencial y puestos de trabajo por inminentes recortes y cambios estructurales mediante el decreto presidencial que busca centralizar el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, poniendo en riesgo programas vitales como ProHuerta y el vasto trabajo de investigación y extensión que beneficia a productores y la comunidad en todo el país.
Guillermo Cordes, referente gremial de la Asociación del Personal del INTA, ha alertado sobre la grave situación que atraviesa el organismo, afectado por «inminentes recortes» que se ciernen sobre casi todos los organismos del país.
La principal preocupación radica en la espera de un decreto presidencial que, según Cordes, «cambiaría la Constitución funcional de del INTA y pasaría el INTA a ser un organismo centralizado».
Esta reestructuración de la gobernanza implicaría la «probabilidad no solamente de pérdida de puesto de trabajo, sino también de extensión, de la extensión que realiza el INTA a lo largo de el territorio cordobés, a lo largo de todo el país. Se habla del despido de más de 15 compañeros y de distintas agencias» afirma Cordés.
Las consecuencias de estas medidas ya se hacen sentir en programas fundamentales. Cordes lamenta que el plan ProHuerta, que facilitaba a la población el acceso a semillas y asesoramiento para «autoabastecerse» con hortalizas, «con este gobierno se desfanció y ese plan ya no existe más».
Además, el referente denunció que desde el gobierno actual «nos han prohibido a nosotros hablar de el cambio climático, nos han prohibido hablar de agroquímicos o agrotóxicos«, a pesar de que el INTA cuenta con profesionales que estudian los efectos del cambio climático en la producción agrícola.
La importancia del INTA
El INTA, próximo a cumplir 70 años, ha acumulado «un montón de logros en lo que respecta a investigación y no solamente investigación, sino también extensión y puesta al servicio de nuestro país, en servicio del productor, del gran productor, del mediano y del pequeño productor» asegura el referente gremial.
Estos logros incluyen hitos como la siembra directa, de la cual Argentina es un ejemplo mundial, la conservación del germoplasma del Malbec (uva utilizada para vinos reconocidos globalmente) y la generación de la vacuna contra la aftosa para el ganado. Cordes enfatiza que el INTA ha contribuido innumerables veces «en servicio de la actividad agropecuaria y de la comunidad y de los pequeños productores».
Frente a esta amenaza, el INTA se encuentra en un plan de lucha que lleva un año y medio. Recientemente, se han llevado a cabo reuniones con funcionarios, legisladores provinciales y el diputado nacional Juan Brugge, con el objetivo de presentar proyectos de ley en defensa del instituto.
Cordes destacó que, afortunadamente, «ya no nos sentimos tan solos porque contamos con el apoyo de muchos gobernantes, inclusive el gobernador de Córdoba que salió en defensa del INTA. Pero la situación hoy en día aún es de incertidumbre».
Al #INTA hay que fortalecerlo, no ensuciarlo para vaciarlo.
Quienes toman decisiones deberían venir al interior, recorrer nuestros campos y escuchar a los productores, quienes trabajan de sol a sol a pesar de las malditas retenciones. Desde el Obelisco, y sin diálogo, es… pic.twitter.com/ijBCxUXZb2
— Martín Llaryora (@MartinLlaryora) June 8, 2025
