Conversamos con Leoncio Marquez, de Jóvenes de Pie-Barrios de Pie, UTEP en relación a cómo se está viviendo la situación de crisis en los barrios, y el lugar de los y las jóvenes de las organizaciones populares para hacerle frente
Comentó que hay una gran preocupación porque desde el Ministerio de Desarrollos Social de la Nación, no están llegando los recursos que permiten asistir a merenderos y comedores, desde donde se da de comer a gran parte de las barriadas populares.
Hace referencia al gran incremento en la demanda de alimentos en el último tiempo por las dificultades que tienen para trabajar a raíz del aislamiento social preventivo y obligatorio: “las organizaciones estamos haciendo un gran trabajo con el esfuerzo de las compañeras”.
Barrios de Pie, comenta, cuenta con 60 espacios sociocomunitarios en la ciudad de Córdoba y con algunos más en el interior. Estos espacios vienen siendo claves por garantizar la comida, y también la contención de quienes peor la están pasando. Y en este sentido, plantea que son las organizaciones las que vienen combatiendo la urgencia: “en los momentos de crisis, cuando la economía no funciona, son las unidades productivas las que salvan, al transformarse en centro de asistencia a la gente”.
Por último hace referencia al rol de los y las jóvenes en este contexto. Señala que es necesario discutir el discurso instalado de que los jóvenes son peligrosos, para entender que están en peligro como resultado de la ausencia de políticas que les garanticen completar los estudios y conseguir un trabajo formal.
En contraposición a esta idea de los jóvenes como peligrosos, plantea que muchos y muchas de ellas vienen demostrando estar al pie del cañón ante la urgencia del hambre: “hoy muchos pibes son primera línea, están codo a codo con las compañeras en centros comunitarios, ayudando a adultos mayores y poblaciones en riesgo, dando una mano desde la educación popular a quienes no tienen acceso a internet”.
Leoncio señala que el rol de los y las jóvenes hoy, tiene que ver con “construir esperanza, fortalecer lazos comunitarios y combatir discurso de que los jóvenes somos peligrosos, desde la práctica de la solidaridad y el compromiso.”
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