El salario mínimo profundiza su deterioro: en dos años perdió cerca del 36% de su poder adquisitivo

Diversos informes señalan que, entre 2024 y 2025, el ingreso básico perdió aproximadamente un 36% de su capacidad real de compra, debido a que los incrementos otorgados quedaron muy por detrás del avance generalizado de los precios.
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En los últimos dos años, el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) se depreció de manera sostenida frente a la inflación. Para dimensionar la caída: en noviembre de 2023 el salario mínimo era de $146.000 y, dos años después, en noviembre de 2025, trepó a $328.400. Aunque el salto nominal representa un 124,9%, ese número resulta ínfimo comparado con la inflación acumulada del 250,7% en el mismo período. La diferencia explica casi por completo la erosión del poder adquisitivo.

El cálculo del deterioro surge de contrastar la evolución del SMVM con el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Si bien puede haber ligeras variaciones según el mes de referencia o el organismo que presenta los datos (como Cifra o Chequeado), el diagnóstico es inequívoco: el salario mínimo quedó muy rezagado frente al costo de vida.

Para el cierre de 2025, las estimaciones adelantan que la caída real será cercana al 8,5%. En diciembre de 2024, el salario mínimo se ubicaba en $279.718 mensuales, y para diciembre de 2025 se proyecta que alcance los $334.800. Ese incremento del 19,7% luce insuficiente ante una inflación anual estimada en 30,8%, lo que vuelve a dejar el ingreso básico por debajo del nivel necesario para sostener el poder de compra.

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