Hace un año y 8 meses que hay más de 50 familias que viven en una toma colectiva construida por quienes no tienen otro espacio para vivir.
La mayoría de las viviendas son de chapa y nylon, mientras que algunas familias están empezando a construir sus hogares de material. Esto se logró después de que los y las vecinas limpiaron colectivamente el terreno el cual estaba ocupado por grandes cantidades de basura.
Además de sufrir las consecuencias de no tener otro lugar en el cual refugiarse, hace desde el 25 de mayo que los y las vecinas vienen sufriendo el miedo de que sus casas sean derribadas por Julio César Menéndez, quien dice ser el propietario de las tierras.
El mismo, se presentó desde la ilegalidad, sin ninguna orden fiscal y con una topadora, acompañado por móviles policiales. Contrariando el Decreto de Necesidad y Urgencia 320/2020 que prohíbe los desalojos mientras dure el Aislamiento Social Obligatorio en todo el país.
En medio de este violento operativo, detuvieron a una vecina que estaba acompañando el proceso de organización de los y las vecinas.
El 2 de junio, volvió a presentarse la misma persona, en las mismas condiciones, sin ninguna orden fiscal.
Los y las vecinas denuncian la ilegalidad de este accionar y vienen solicitando el acceso a la tierra y vivienda digna para todos y todas, sobre todo en este contexto de pandemia, y crisis que golpea fuerte junto con el frío y el hambre en los sectores populares.
“Necesitamos una oportunidad, no tenemos otro lugar para vivir, estamos fuera del sistema” Son algunos de los pedidos por parte los y las vecinas de la Toma, ante el miedo de que derriben sus hogares.
Nos comunicamos con Dayana, vecina de la ocupación en Ampliación Cabildo para que comente sobre esta situación.