El abuso sexual infantil es un delito gravísimo que atenta contra la integridad y los derechos de las infancias. Según datos de UNICEF 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños sufren o sufrieron abuso sexual antes de llegar a los 18 años de edad.
De estos casos sólo se denuncia el 10%, y de cada 1000 denuncias solo una tiene sentencia firme, perpetuándose la impunidad en la mayor parte de las ocasiones. El 90% de los agresores son varones. A su vez, suele suceder que cuando un niño o niña denuncia una situación de abuso su entorno más cercano no le cree, ya que los atacantes son en un 75% personas del círculo cercano a la familia y el 53% de las agresiones se cometen en los hogares de las víctimas. Esta situación se ve, asimismo, agravada por la situación actual de pandemia que ha significado, en la mayoría de los países del mundo, políticas de confinamiento para el control de la expansión del COVID-19 que exponen a niños y niñas a pasar más tiempo con sus abusadores.
Sobre la campaña que se encaró desde SENAF (Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de Córdoba) conversamos con José Piñero, secretario de niñez, adolescencia y familia de la Provincia de Córdoba: «Desde SENAF definimos como política pública generar una campaña de prevención en contra de éste flagelo», comentó.
«Cuando asumimos dijimos que queremos una SENAF de base territorial. Uno de los grandes programas que creamos fue el de Casa Abierta. Llevamos equipos en los sectores más populosos en acuerdos con las ONGs», continuó Piñero.
Consultado sobre lo que se espera para el 2021, José explicó: «tenemos la firme voluntad de que Casa Abierta siga. La pandemia hizo que no podamos recorrerlas a todas. Va a haber un incremento de presupuesto para cada una. Estamos viendo la posibilidad de abrir otras».
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