Entre el pronóstico y la observación: el rol de las nubes en el tiempo meteorológico

En una nueva columna de Con Voz en el Tiempo, Silvana Ricci, integrante del Museo Meteorológico Nacional, explicó el panorama climático para los próximos días en Córdoba y se metió de lleno en el fascinante mundo de las nubes, sus tipos y lo que realmente indican sobre el tiempo.
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Ricci advirtió que para el sábado “hay una probabilidad de precipitación y un escenario de inestabilidad”, impulsado por el viento norte. En ese sentido, precisó que “para las zonas serranas se está emitiendo una alerta amarilla para la madrugada y la mañana del sábado”, mientras que en Córdoba capital “hay una alta probabilidad de precipitaciones, pero por ahora no hay alerta”. Hacia la tarde-noche, señaló que podría darse “un leve mejoramiento”, aunque remarcó que es clave “seguir el pronóstico momento a momento”.

La meteoróloga también alertó por las altas temperaturas que se vienen registrando en la provincia. “La mínima pronosticada para mañana es de 25 grados y la temperatura para la noche ronda los 30 grados”, detalló, y recomendó “hidratarse bien, usar ropa liviana y buscar resguardo del sol”.

Al hablar del clima navideño, Ricci aclaró que, si bien el pronóstico ya alcanza el 24 de diciembre, “cuanto más lejos estamos de la fecha, mayor es el índice de error”. No obstante, adelantó que por ahora “la probabilidad de precipitaciones es nula”, aunque insistió en que se trata de “procesos naturales que pueden cambiar”.

Más allá del pronóstico puntual, la columna se centró en desmitificar algunas creencias populares sobre las nubes. “Si no escucho un trueno o no veo un relámpago, no puedo decir que esa nube es de tormenta”, explicó Ricci, y agregó: “La nube a veces se pone oscura porque son capas y capas que se hacen sombra entre sí, no necesariamente porque sea una tormenta”.

En ese marco, recordó que una tormenta se define únicamente cuando hay actividad eléctrica. “Tormenta es cuando se escucha un trueno o se ve un relámpago. Pobre nube negra, muchas veces la juzgamos mal”, dijo.

Ricci detalló que las nubes se clasifican dentro de los llamados hidrometeoros y que su nomenclatura, establecida en latín a comienzos del siglo XIX, responde a criterios de altura, forma y desarrollo. “Tenemos nubes bajas, medias y altas, y cada familia tiene especies y variedades”, explicó, y subrayó la importancia de la observación directa: “El observador meteorológico sale todas las horas a mirar el cielo, porque la nubosidad aporta información clave para el pronóstico”.

Al referirse a las tormentas más intensas, destacó la particularidad de Córdoba y la región serrana. “Acá se estudió que las nubes cúmulo nimbus pueden sobrepasar la tropósfera, lo que explica tormentas muy severas y granizos de gran tamaño”, señaló.

Finalmente, remarcó que conocer las nubes no quita su belleza, sino todo lo contrario. “Cuando aprendés a reconocerlas, a saber cómo se forman y qué indican, se intensifica esa hermosura que tienen”, afirmó, y adelantó que en próximos encuentros seguirán profundizando sobre cómo se forman las tormentas y qué señales mirar en el cielo.

Escuchá la nota completa con Silvana Ricci acá:

LA DESPENSA. Lunes a viernes de 9 a 12hs, con Emilia Calderón.

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