El pueblo la palabra y su fe: junto a Carlos Diez reflexionamos en torno al nuevo papa “León XIV” y la figura de “León XIII”, en su legado.
Robert Francis Prevost fue elegido nuevo papa y es el 267º papa de la historia y el segundo Pontífice americano, después de Francisco. Prevost es estadounidense, nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago (Illinois), aunque su formación pastoral ocurrió en Perú y tiene ambas nacionalidades, además es uno de los cardenales nombrados por el papa argentino y el primer agustino, o sea, que sigue la misión de San Agustín.
Matemático, misionero, eligió el nombre de León XIV, en función del legado de León XIII, al frente del Vaticano entre 1878 y 1903, que incorporó la doctrina social de la Iglesia y fue muy reconocido por su encíclica Rerum novarum (acerca de las nuevas cosas), sobre las condiciones de las clases trabajadoras. Allí se subraya la importancia de respetar los derechos de los trabajadores y el valor del rol estatal.
«Apenas salió al balcón fue una alegría atrás de otra. Uno que ha estado por convicción tan cerca del papa León XIII y lo que significó para su época, es el redescubrimiento de algo muy importante para la espiritualidad y para la acción de la iglesia» afirma en sus primeras palabras Carlos Diez, cura obrero e integrante de la Estancia Yucat (museo y establecimiento perteneciente a la Orden de la Merced ubicado en Villa María).
« La encíclica Rerum novarum, más allá de la cuestión política y económica, también tiene mucha importancia en la manera de ver las ciencias humanas. En esa época había un claro distanciamiento entre lo que era la fe y la ciencia, y el papa León XIII le da carta de ciudadanía a la ciencia, porque el papa anterior había rechazado el modernismo. De esta manera León XIII se reconcilia con las ciencias humanas, esto es importantísimo para la fe y los cristianos que estaban esperando una definición de este tipo» concluye el cura Carlos Diez.