En Córdoba se vienen entretejiendo redes de solidaridad que son cada vez más grande y más fuertes, y que permiten pensar en salidas colectivas a problemáticas también colectivas.
Nos comunicamos con el Padre Pablo, de la parroquia Nuestra Señora del Loreto, en barrio Los Naranjos, quien nos comentó sobre una Red solidaria que ya vienen funcionando en los barrios de la Zona de Ruta 20.
Esta Red, plantea, fue animada por la pastoral social, desde la que se convocó a parroquias a llevar adelante acciones colectivas junto a otros acotres/as de los barrios populares. Es así como empezaron a tomar contacto con organizaciones para realizar un mapeo y registrar cuántos comedores eran asistidos desde estos espacios, y en qué condiciones estaban: “así conocimos organizaciones que hacen trabajos muy importantes. Propusimos una mesa de trabajo y ahí nomás vinieron.”
Plantea la necesidad, en este contexto, de poder articular espacios para organizar la solidaridad. Dice: “las redes generan empatía, cada uno tiene panoramas distintos de lo que pasa en el territorio. No existe ningún movimiento ni parroquia con la verdad absoluta de lo que pasa, si entre todos colaboramos tenemos parte de la lucha ganada y la empatía se hace más grande”
Es así como desde la Red, surgió la idea de llevar adelante una panadería solidaria que permita garantizar el pan en alrededor de quince merenderos y comedores que son sostenidos por los distintos espacios que son parte de la red.
“Conseguimos donaciones de harina y con las organizaciones, colegios, empezamos a amasar pan para comedores de la zona.”
Además comentó que en el marco de las pascuas, hoy sábado la panadería se transformó en una fábrica de pastas en la que están elaborando tallarines para que se pueda celebrar la fecha y compartir la comida.
Finalizó la entrevista con una emocionante reflexión sobre lo que implican estos trabajos solidarios en los barrios: “Estamos sorprendidos de la solidaridad de la gente en las villas. Eso nos da mucha esperanza en medio de la crisis.”
Es fundamental, señala que se generen redes porque la única forma de combatir al virus es con fraternidad y solidaridad. En esta línea, dice, “si todos tomamos conciencia de la importancia del otro, de cuidarlo, animarlo, sostenerlo se gana una parte de la pandemia. Si cada uno tira por su lado, perdemos.”
“Es tiempo de amasar juntos la vida”, concluyó.
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