Esteban «Gringo» Castro se refirió al balance de fin de año desde el sindicato de los trabajadores de la economía popular, expresando el interés que se mantuvo en reforzar la identidad de los sectores populares y las reivindicaciones necesarias nucleadas desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular – UTEP-.
«En Buenos Aires hay 5 distritos que ya tienen sus mesas promotoras. Hay que concentrarse en que las mesas distritales sean referencia para las paritarias sociales con cada uno de los gobiernos, para poder discutir en profundidad cuáles son los problemas de las y los compañeros que representamos y de los barrios populares», destacó.
Requiere un proceso cada vez mayor de construcción de unidad y de tolerancia entre nosotros. Además, la cuestión política atraviesa los gremios y a veces es una dificultad y otras como algo que contribuye.
En esta idea de consolidarse ante lo que el dirigente de UTEP considera los «enemigos del pueblo» que intentan fragmentar y pujar desde un capitalismo que descarta a los sectores trabajadores, destaca que la presencia del sindicato junto a la CGT es importante.
«Los movimientos populares han tenido un gran protagonismo. Cuando hay movilizaciones de apoyo al gobierno se expresa el movimiento popular que también es político. No tanto la UTEP como sindicato; estos somos los mismos sectores que pueden responder al radicalismo, o al PRO y tienen su derecho a estar en UTEP», destaca Castro.
«No hemos podido profundizar el planteo de la economía popular como necesitamos con el gobierno».
«La concentración y la aspiración a volver a tener pleno empleo como fue en el momento hasta la dictadura, tiene que ver con nuestro planteo», aclara el dirigente, remarcando que el trabajo de las economías populares se apoya con herramientas como el Salario Social Complementario.
«Si yo ninguneo con actitud peyorativa respecto al trabajo que se hace, y durante la pandemia y en las crisis más profundas las y los compañeros de barrios populares garantizaron el cuidado y la alimentación de millones de personas», reflexiona Castro, en referencia a la validez que es necesario brindar a la labora popular en la sociedad.
«El reconocimiento tiene que ser un salario con el que puedan llegar a fin de mes», remarca.