Este 7 de agosto los Movimientos Populares realizarán una jornada nacional por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo a 4 años de la histórica marcha del 2016, cuando fueron desde San Cayetano hasta Plaza de Mayo.
En La Despensa hablamos con Esteban “el gringo” Castro, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), en una jornada especial marcada por la crisis sanitaria, económica y social los Movimientos Populares vuelven a hacer sentir sus reivindicaciones.
¿Qué importancia tiene para las organizaciones populares este día de San Cayetano?
Por supuesto que San Cayetano tiene una importancia que supera lo nuestro, porque es el santo popular del conjunto de los trabajadores. El 7 de agosto del 2016, elegimos esa fecha para hacer una movilización que visibilizara la idea de construir un sindicato que exprese todas nuestras demandas, que reivindique los derechos de aquellos trabajadores y trabajadoras que quedamos fuera de la producción y del trabajo formal. Se dio una cosa que tiene que ver con el ministerio, ese día era domingo, nuestra decisión había sido ir a ver al santito y después a dos cuadras de la iglesia salir por Rivadavia a hasta Plaza de Mayo. Esto sucedió en un contexto político y económico que sabíamos que era muy duro para los trabajadores y trabajadoras de nuestro país. Tuvimos muchas reuniones previas y era difícil la patriada, porque era un día domingo. Decíamos que no íbamos a ser más de 2000 personas y se llenó la plaza. Nuestro pueblo tiene mucho de lenguaje simbólico y creo que ahí estaban todos los símbolos y la presencia, de alguna manera, de gran parte de la historia de lucha de nuestro pueblo.
¿Qué rol tienen los y las trabajadoras de la Economía Popular para hacerle frente a la crisis sanitaria económica y social?
Nuestro rol ha sido, primero de ser muy creativos como pueblo, como comunidades, muy creativos en reconstruir formas de trabajos como cartoneros, vendedores ambulantes, trabajadores de la tierra, trabajadores y trabajadoras que están en jardines comunitarios, lo que llamamos sociocultural que organizan a la comunidad, esos trabajadores y trabajadoras que quedaron fuera de la producción y del trabajo formal. Esos que tienen esa capacidad creativa que está muy vinculada al amor, al pueblo, que es un amor más desprendido que el amor a la familia, es más amplio que el amor a la propia familia, que el amor más burgués. Eso se da a veces, uno cree que naturalmente, pero creo que tiene que ver con la historia de lucha de nuestro pueblo desde el 2016 para acá y antes también, y nos da la posibilidad de poder plantear la integración social.