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Gildo Onorato: «Tenemos que reconstruir la política del trabajo»

Nos comunicamos con Gildo Onorato, dirigente nacional de la UTEP, quien reflexionó sobre distintos puntos que hacen a la realidad social política y económica actual. En particular, la necesidad de dar algunas reformas que contemplen y reconozcan al amplio sector de trabajadores y trabajadoras de la economía popular.

Trabajo Sin Patrón

Reflexiona sobre las diferencias existentes entre las categorías de empleo y trabajo, y la necesidad de reconocer legal e institucionalmente a todo el universo de trabajadores que no perciben salario ni trabajan en relación de dependencia, pero que generan acciones, saberes y herramientas para hacer frente a las necesidades de sus familias y barrios. 

Gildo hizo referencia a las transformaciones globales que se están dando en estos últimos tiempos en las relaciones sociales y laborales. Comenta que se vuelve necesario, leer estos cambios y generar políticas públicas que puedan adaptarse a las nuevas modalidades y necesidades, en lo particular de América del Sur y Argentina. 

Señala:

“Hoy hay 6 millones de trabajadores formales en el ámbito privado, 3 en lo público, 2 millones de monotributistas y cuentapropistas. Un total de  11 millones y medio de trabajadores. Pero la composición de la población económicamente activa es de 24 millones, por lo tanto tenemos entre precarizados informales y trabajadores de la economía popular más de la mitad de la clase trabajadora.”

Toda esta población, comenta, se ha organizado generando estrategias creativas de trabajo que implican nuevas modalidades: “Hay trabajadores asociados, autogestionados que se inventan su propio trabajo. En primera instancia como herramienta de subsistencia y resistencia social y después como forma de ir organizando su vida comunitaria y de esa manera construir derechos”

Caminar hacia la formalización de la economía popular

A todo este universo, comenta Onorato, es necesario reconocer y formalizar en articulación con el Estado, para garantizar los derechos que les faltan.

En esa línea es que se pensó, militó y construyó el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular que tiene como principal objetivo reconocer quienes son los y las trabajadoras, dónde se ubican, qué tareas llevan adelante. Avanzar en la identificación y registro del sector para poder generar políticas públicas que lo contemplen. 

Gildo, señala, las acciones que se vienen pensando para el sector registrado: 

“Los primeros pasos que se están charlando tienen que ver con el acceso a una cuenta bancaria sin costo. También, gestionar certificados de trabajo sobre todo para los que se dedican a la actividad en la vía pública. Permitirá que tengan identificación y así menos dificultades con la fuerza pública que muchas veces les impide trabajar.” 

Además, refiere a la posibilidad de que los y las trabajadoras puedan acceder a créditos no bancarios.

Comenta que se está trabajando en la generación de políticas de capacitación y políticas de trabajo como el Potenciar Trabajo  para que los que cobran programas sociales tengan una contraprestación laboral a partir de trabajos vinculados a la vida comunitaria.

Añade: “Hay otras ideas, como un proyecto de ley para generar sociedades autogestionadas de la economía popular,  institucionalizar las organizaciones comunitarias para que tengan marco jurídico y legal, para que sean reconocidas por el estado”

Hacia un salario universal

Onorato reflexiona sobre la necesidad de dar la discusión de la renta universal en función del particular contexto de América Latina: “Venimos de décadas de inyección de ingresos a través de subsidios que poco ha hecho para revertir los problemas de pobreza estructural. Tenemos que vincular cualquier ingreso a un trabajo concreto, tenemos que reconstruir la política del trabajo.”

Esta política, añade, debe darse de manera planificada con el Estado, con los intereses privados y en particular con las comunidades y organizaciones sociales que vienen sosteniendo un modo de hacer colectivo, desde la economía popular.

Vincula estas discusiones a logros colectivos como la declaración de la Emergencia Social en el 2016 que permitió sentar las bases del ReNaTEP y además “unir la movilidad de los programas sociales al salario mínimo vital y móvil, de esa forma quedó establecido que los programas equivalen al 50% de este salario.” 

Este piso de derechos, vuelve necesario seguir caminando hacia un aumento del Salario Mínimo Vital y Móvil para que los ingresos superen la canasta básica y queden por encima de la línea de pobreza.

“Esto forma parte de la agenda cotidiana de reclamo y reivindicación de los movimientos populares. Es parte de lo que hemos denominado paritaria social”

La necesidad de dar cambios estructurales para poner la Argentina de pie

Onorato hizo referencia también a las reformas que son necesarias dar para poner a la Argentina de Pie sin dejar a nadie afuera. Estas reformas, fueron desarrolladas en el Manifiesto Nacional por la Soberanía, el Trabajo y la Producción que presentaron vastas organizaciones sociales y sindicales el pasado 1° de mayo.

“Parte de la salida de la crisis es empezar a plantear reformas productivas, sociales, poblacionales, institucionales.” 

En este marco, añade, es necesario repoblar el campo para descomprimir la sobre población a causa de la urbanidad neoliberal que ha implicado condiciones habitacionales de hacinamiento y falta de servicios públicos esenciales en gran parte de los hogares argentinos. 

Comenta: “En el marco de las necesidades del cambio productivo tenemos que a repoblar el campo, utilizar para eso las tierra del estado que no se usan y que puede generar alimentos y trabajos autosustentables en lo ambiental y en lo económico”.

Concluye:

“La urbanidad neoliberal ha entrado en crisis y la tenemos que cambiar con una profunda reforma poblacional vinculada a lo productivo y a lo social.”

Podes escuchar la nota, ingresando al siguiente link: https://archive.org/details/01-08-gildo-onorato-2