En el marco de la emergencia sanitaria que se está viviendo en el país y en el mundo entero, hay una cuestión que preocupa profundamente y es el abastecimiento de los alimentos para todos y todas, y particularmente a los sectores populares. Quiénes antes de esta situación se venían cargando una emergencia alimentaria al hombro movilizándose con ollas populares, merenderos y comedores; junto a la agricultura familiar, y organizaciones campesinas con la producción de alimentos sanos y a precios accesibles.
Para conversar sobre el debate del consumo y comercialización de alimentos, nos comunicamos con Rafael Klejzer, Director de abastecimiento y comercialización popular del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y dirigente de la Union de Trabajadores de la Economia Popular.
Klejzer planteó la importancia de que esta situación de crisis económica social y sanitaria permita pensar en otros modelos económicos que no estén basados en la especulación y aumento descontrolado de los precios, sino una economía popular y solidaria que permita construir un país sin pobreza:
“Este esfuerzo tiene q servir para tomar conciencia de la necesidad de la presencia del estado, entender que el mercado no regula precios sino que ante la demanda los sube. Busquemos formas fraternas, amenas, solidarias de relacionarnos y comercializar.”
En esta línea, describió a la actual situación como aquella que permitió visibilizar cuestiones de fondo a repensar: “se está cayendo el andamiaje liberal y conservador de la economía, para dar paso a otra alternativa”. Hizo hincapié en que esta alternativa se base en la economía popular, solidaria, de la no explotación y de la soberanía nacional.
Para ir hacia este camino, señaló la necesidad de recuperar la soberanía alimentaria en todas las provincias, y que las tierras no sean explotadas en su totalidad para el cultivo de la soja, sino que se posibilite y promueva la producción de alimentos locales. Para esto es necesario, dice, dar estrategias de descentralización.
Hizo referencia a lo complicada que se está viviendo la situación en los barrios, en los que se vuelve difícil el día a día. También mencionó los esfuerzos colectivos que se están haciendo desde abajo y con los vecinos para afrontar la crisis: “hoy la primera línea son las iglesias y movimientos en los territorios que vienen por la solidaridad, no por la especulación”.
Comentó también de los esfuerzos que se van a tener que hacer para levantar un país con más del 57% de pobres, y conviviendo con discursos de sectores de derecha que están complotando para que vuelva el negocio financiero y la especulación.
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