Gentileza: Hechos Media
Esta semana, Medio Oriente captó nuevamente la mirada del mundo. Desde el lunes 10 Israel y Palestina retomaron las armas en una histórica guerra que hace meses parecía paralizada frente al avance del coronavirus.
Hugo Rosales, director de Hechos Media y quién hoy oficia de corresponsal en Israel, nos cuenta en primera persona lo que se vivió los últimos días en uno de los focos del conflicto. Vivir esta guerra “en el día a día carga una adrenalina impresionante, hace días que duermo muy poco”.
Hugo lleva ya 15 meses viviendo en Jerusalén. “Por cosas del destino“ como él dice, la pandemia lo sorprendió allí y, teniendo en cuenta las dificultades que se presentaban para volver, decidió quedarse en Israel.
El país, además de recibirlo, le brindó la vacuna contra el coronavirus. De hecho, recibió la segunda dosis de la Pfizer hace tres meses, lo que “le dio el pasaporte verde“que le permite circular con normalidad por la ciudad de Jerusalem y el resto del país.
En Israel, la pandemia trajo consigo una tranquilidad desconocida. Durante varios meses cesaron los constantes ataques que forman parte de la vida del país hace años. Aquí la gente, explica Rosales, estaba concentrada en combatir el virus. El “coronavirus logró lo que no se hizo en muchos años de guerra y mediaciones: parar el conflicto“, relata Hugo.
Pero, aclara, a medida que la situación respecto al virus está siendo controlada, y si bien todavía queda cerca del 40% de la población sin vacunar, las cosas vuelven a la normalidad. Parte de esa normalidad es la lucha permanente entre Israel y Palestina por el territorio. “Bastó la normalidad y comenzaron las movilizaciones“, sentencia Rosales.
Según afirma, los ataques de este lunes no tienen precedente. “nunca habían tirado misiles hacia Jerusalem, en la Tierra Santa, donde está la Mezquita y los lugares sagrados para los creyentes“ y desde aquel día ya se lanzaron más de 2150.
La fecha, por otro lado, resulta estratégica. En un mes en que la familia árabe celebraba el Ramadán, un mes de ayuno y numerosas celebraciones. Así, se aprovechó este marco para reiniciar los ataques luego ultimátum y amenazas. Todo ésto a cargo de los líderes de Hamas, que desde la Franja de Gaza (al sur de Israel) comenzó a tirar misiles de una forma alevosa e indiscriminada.
Hugo explica que los ataques en el sur eran parte de la normalidad, antes de la pandemia. Ahora que retornaron lo que no es común es la agresión a las grandes urbes, que es lo que pasó estos días. “Desde el lunes es una constante, no ha parado y no va parar, ya que la decisión que se tomó (en ambos bandos) es ir hasta las últimas consecuencias“, señala.
Por supuesto, indica Hugo, “hay un contenido político detrás de todo esto“, y lo que está sucediendo, en parte tiene que ver con la postergación de las elecciones en Palestina. El “grupo terrorista Hamás ataca porque busca visibilidad internacional y protagonismo local. Tenían expectativas de imponerse en las elecciones de Palestina“, explica. Ellos son el mismo grupo que el lunes envió los misiles que impactaron en las afueras de Jerusalén.
Además el conflicto está cargado de contenido religioso en ambos frentes “los discursos están impregnados de referencias a Dios y cada uno tiene el suyo“, subraya, recordando que en la ciudad de Jerusalén, y separados por pocos metros, se encuentran los lugares sagrados de ambas religiones: la judía y mulsumán.
Con respecto a la vida en la ciudad, destaca que Jerusalén está totalmente activa y con vida normal: funcionan los colegios, negocios, las instituciones públicas. “La orden es vivir como si no pasara nada”, explica. “La vida continúa dicen acá“. Hasta que suenan las alarmas informando la posible llegada de un ataque aéreo y todos debemos correr a los refugios.
Lo complejo de la situación se evidencia, especialmente, en la incertidumbre con que se vive, puntualiza Rosales. Y, sin embargo, “la sensación de miedo se va perdiendo con el paso del tiempo, te acostumbras“.
Pese a eso, se sabe que es un minuto a minuto, que no se puede dormir y que en las ciudades todo el tiempo suenan las alarmas. “Por las noches Tel Aviv es sobrevolada por cientos de misiles y los alrededores de la ciudad”.
El argentino aclara que en el país hay dos guerras “las de los terroristas de Hamas que están en guerra con el Ejército del país, y las de los propios vecinos“. Hugo menciona que los ciudadanos que simpatizan con estas fracciones ideológicas que plantea Hamas produjeron revueltas en algunas poblaciones del país. Las consecuencias de todo esto fueron tres sinagogas quemadas y 50 vehículos prendidos fuegos. El Estado, para frenar los ataques entre los mismos vecinos, decretó un estado de sitio donde la gente no puede salir a la calle. Sin embargo, continúa, muchas otras familias, han salido y salen a la calle en marchas compartidas por vecinos arabes y judíos reclamando por la paz, ya que tienen “temor es que a los dirigentes ésto se les vaya de las manos“.
En los cinco años que lleva viviendo en Israel, Rosales nunca había visto el despliegue de las fuerzas de seguridad que hubo esta semana. “Se preparan para un gran ataque”, asegura. Las tropas combativas israelíes convocan ex-soldados -reservistas- que se suman al ejército activo.
Respecto a los ataques, Hugo menciona que Israel cuenta con un sistema de radares que permite detectar misiles enviados apenas están en el aire. Se trata de una «cúpula de hierro» que está interconectada con el sistema de alarma de las ciudades. “En el momento que el objetivo es lanzado, el radar avisa a la batería más cercana antiaérea (que son unidades que apuntan hacia el posible objetivo) y lanza cohetes anti-misiles para interceptarlos antes que lleguen a impactar en tierra“, es decir se despliega una guerra aérea de explosiones, de dia y de noche.
El ciudadano, al momento de escuchar las sirenas que le indican un ataque, tiene que resguardarse, en busca de protección. “En el momento que suenan las sirenas tenés alrededor de un minuto para correr al refugio”, y “en los lugares más próximos a la Franja Gaza tenés algunos pocos segundos”.
Los bunker están en domicilios, departamentos y espacios públicos. Estos refugios están preparados para proteger a la población de cualquier tipo de ataque. Rosales explica, por ejemplo, que “los refugios están adaptados para la respiración, para que no ingrese posible aire contaminado, algunos son totalmente herméticos”. de esta manera se protegen de intoxicaciones al mismo tiempo que pueden sobrevivir tranquilamente con el oxígeno que tienen. Y agrega que, en caso que sea necesario, tienen provisiones de alimentos y bebidas, “podés sobrevivir ahí dentro”.
Esto está tan naturalizado en la comunidad porque desde pequeños se les enseña cómo comportarse en situaciones semejantes. “Muchas veces asistí a entrenamientos en los que suenan las sirenas, sin que pase nada, para ver cómo la gente reacciona y prepararlos”, relata Hugo, remarcando el simulacro que llevan a cabo para prepararse para cuando pase de verdad. Cuando venís al país, la gente “te instruyen, te explican» todo lo que tenes que hacer.
Rosales menciona que, inclusive, los habitantes cuentan con una aplicación que les permite conocer la zona donde caerán los misiles, “a todo momento, en tiempo real la aplicación informa las localidades donde suenan las sirenas, y con un cronometro segundero señala el momento del posible impacto”.
Hoy la situación es igual que el primer día: “no han parado de tirar en 24 hs., solo varía el foco que ahora es al centro del país”. Durante la noche atacaron la zona del aeropuerto, próximo a Jerusalén, agrega. A modo de panorama general hasta la fecha, Rosales es contundente al afirmar que la guerra se agrava cada día más.
Si se compara a ambos contendientes, “la población Palestina está muy desprotegida. La actitud de sus líderes es casi suicida”, haciendo referencia a la precariedad de sus misiles. “Ellos (palestinos) tiran y no saben dónde caen”, la idea es hacer daño, a veces lo logran, otras fallan y hasta caen en su territorio.
En cambio Israel se defiende con toda la tecnología disponible y cuando lo atacan responde con precisión y hace daño en posiciones esg.
Esto demuestra la disparidad que hay entre ambos países, que aún así siguen adelante con esta lucha. También se ve reflejado en los decesos que se produjeron hasta el momento: Palestina lleva más de 100 muertos mientras que Israel, menos de 10.
Ante la constante lucha que se produce en esta región de Medio Oriente la muerte es tomada con total naturalidad “si te toca es sagrado, te pasó por que tenía que pasar“, sentencia el Director de Hechos Media.
Hoy la situación es igual que el primer día: “no han parado de tirar en 24 hs., solo varía el foco que ahora es al centro del país”. Durante la noche atacaron la zona del aeropuerto, próximo a Jerusalén, agrega. A modo de panorama general hasta la fecha, Rosales es contundente al afirmar que la guerra se agrava cada día más.