Jubilados en crisis: la Pastoral Social denuncia abandono y exige medidas

Advirtió sobre el destrato diario, la falta de recursos y llamó a la sociedad a no ser indiferente ante el abandono de los adultos mayores.
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La Pastoral Social de Córdoba volvió a advertir públicamente sobre la situación crítica que atraviesan los jubilados en Argentina. A través de un comunicado, el organismo eclesial reclamó a las autoridades que revisen de manera urgente el monto de los haberes jubilatorios, señalando que “no alcanza a ser un tercio de la canasta básica para no ser considerado pobre”.

“¿Cómo pueden vivir dignamente nuestros jubilados con lo que ganan? ¿Cómo haría un funcionario para sobrevivir con ese ingreso mínimo?”, cuestionaron desde la Pastoral, citando datos recientes que muestran la creciente brecha entre los ingresos de la clase pasiva y el costo de vida real.

En ese sentido, el organismo instó a los gobiernos nacional y provincial a reforzar partidas presupuestarias para mejorar los haberes, incluso redireccionando recursos destinados a publicidad oficial u otros gastos estatales. “Normalmente se dice que uno dedica recursos económicos y humanos a lo que realmente le interesa. ¿No se pueden destinar fondos para dignificar a quienes trabajaron toda su vida?”, enfatizaron.

Además, el texto cita palabras del arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi, quien afirmó que muchos jubilados deben elegir entre alimentarse o comprar medicamentos, una situación que calificó como una “eutanasia encubierta”.

Más allá de lo económico, la Pastoral Social también alertó por el destrato cotidiano: largas horas de espera bajo el frío o el calor, problemas para acceder a turnos médicos, trámites engorrosos y una constante indiferencia hacia quienes más necesitan acompañamiento.

“Como sociedad no nos puede dar lo mismo el trato que reciben nuestros adultos mayores. Son personas llenas de sabiduría, con tiempo y energía para ayudarnos a recuperar valores perdidos. No podemos descartarlos”, enfatiza el comunicado.

Finalmente, el mensaje llama a la comunidad a comprometerse: “Todos podemos hacer algo, aunque sea pequeño, para aliviar su sufrimiento. No podemos seguir ajustando siempre por los más vulnerables”.

Texto del comunicado

¿Qué valor tienen los jubilados para nuestra sociedad?

Acabamos de escuchar una propuesta para el aumento de sus haberes, donde el monto total a recibir no alcanza a ser un tercio de la canasta básica para no ser considerado pobre. Ante esta situación queremos como Pastoral Social reiterar este pedido tanto a las autoridades nacionales y provinciales que son los que pueden modificar esta realidad como a los ciudadanos en general por otros abandonos y destratos que sufren nuestros jubilados

¿Cómo pueden vivir dignamente nuestros jubilados con lo que ganan?

¿Cómo haría un funcionario que define los haberes jubilatorios para sobrevivir con el ingreso mínimo que hoy ellos perciben?

Normalmente se dice que uno dedica recursos económicos y humanos a lo que realmente le interesa. ¿No se pueden reforzar las partidas presupuestarias para mejorar las jubilaciones redireccionando partidas que se destinan a publicidad o a otras agencias gubernamentales?

Nuestro arzobispo, Card. Ángel Rossi, lo ha expresado con claridad: «Tienen que elegir entre comer o comprar medicamentos. Lo llama ‘eutanasia encubierta'».

El Estado debe distribuir de forma distinta los recursos, debe dejar de ajustar siempre por los más vulnerables, con los que no se quejan.

Además del deterioro económico, sufren con el destrato cotidiano

Largas horas de espera a la intemperie bajo el frío o el calor, dificultades para acceder a turnos médicos, trámites engorrosos e indiferencia. Como sociedad, esto no lo podemos permitir y todos estamos en un lugar en el que algo podemos hacer, por chiquito que sea, para aliviar esas situaciones.

Creemos que nuestros adultos mayores no son descartables.

Son personas llenas de sabiduría, con energía y vitalidad, tienen tiempo, paciencia? y nos pueden ayudar a retomar valores perdidos. Además tienen que ser parte de la solución

Como sociedad no nos puede dar lo mismo el trato que reciben.

Fuente: Agencia AICA.

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