En un nuevo contexto de grave crisis económica, sumado a la pandemia mundial de Coronavirus, diera la sensación de que a la política argentina poco le interesa la gravísima situación que atraviesan los adultos mayores.
Los jubilados, son la eterna variable de ajuste de todos los gobiernos.
Frente a una notable devaluación de la moneda nacional, una elevada inflación de dos dígitos (que lleva así más de dos décadas), y una impactante escalada en los precios de alimentos, medicamentos, vivienda, transporte, y recreación; tanto a nivel nacional como a nivel provincial, los pasivos nuevamente son víctimas de ajustes en sus magros haberes.
En la Nación (bajo el gobierno del ex Presidente Macri), el Congreso Nacional aprobó una reforma jubilatoria, que en la práctica significó un nuevo recorte en las jubilaciones.
En la Provincia de Córdoba, sigue vigente la controvertida Ley Nro. 10694 (recorte jubilatorio provincial).
Sería muy importante que el gobierno explique cómo puede vivir un jubilado de la mínima nacional, que aproximadamente percibe al mes de septiembre de 2020 dieciocho mil ciento veintiocho con ochenta y cinco centavos ($ 18.128,85) (https://www.pagina12.com.ar/290392-aumento-de-jubilaciones-el-nuevo-valor-de-las-minimas-y-maxi), cuando por ejemplo la canasta básica para un jubilado ya supera los cuarenta y nueve mil seiscientos catorce pesos ($49614), conforme información subida por el diario Clarín con fechan 07/10/2020 (https://www.clarin.com/economia/canasta-basica-jubilados-vale-49-614_0_kbEee6h7z.html).
Es muy importante, que el gobierno actual explique cómo puede vivir un jubilado de la mínima nacional, con la jubilación de hambre que cobra.
Pretender usar como nuevo cálculo de actualización de las jubilaciones, teniendo en cuenta la variación salarial de los activos (que siempre pierden contra la inflación), y las mejoras en la recaudación (en un país en el que cada vez son menos personas las que pagan impuestos; en donde producto de la pandemia han cerrado empresas, industrias, pymes y comercios; en donde el empleo no registrado es casi de 40% aproximadamente; en donde no se ven nuevas y grandes inversiones de empresarios nacionales o extranjeros; entre muchas otras cosas más), se demuestra así, que nada importa respecto a lo que sucede con los pasivos.
Las jubilaciones, deberían ser ajustadas por inflación (automáticamente), asegurando así, ingresos que permitan cubrir las necesidades de la canasta básica del pasivo argentino.
Foto: AS