Según distintos referentes de la cadena cárnica, el escenario no sólo no se revertirá, sino que podría intensificarse a medida que se acerque fin de año. Desde octubre, la suba se consolidó principalmente en el tramo mayorista, incluso en jornadas con ingresos altos —de hasta 8.000 animales— donde igualmente se mantuvieron precios sostenidos. A pesar de esta dinámica, en los comercios minoristas aún no se detecta un retroceso marcado en las ventas, que continúan estables.
Este comportamiento está atravesado por la combinación de inflación general, estacionalidad del mercado ganadero y un consumidor que intenta adaptarse pese al deterioro del salario real. A eso se suman señales del frente externo que para los frigoríficos representan un factor adicional de presión.
Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores, afirmó que el incremento acumulado desde octubre ronda el 15% y que responde a un proceso de acomodamiento hacia valores de referencia internacionales. “Los precios se van a ir afianzando, no van a bajar y van a seguir subiendo”, sostuvo.
Aun así, según explicó, el consumo interno no se desplomó: “Todavía no lo estamos viendo reflejado tan fuerte”. Para ilustrarlo, comparó el valor de la carne con otras opciones gastronómicas: “Una pizza vale 35 mil pesos, entonces la gente ve que la carne es barata porque la picada vale 9 mil pesos el kilo”.
En la misma línea, Miguel Schiariti, presidente de CICCRA, dijo a Perfil que “la carne vacuna aumentó el 8% el mes pasado y el 4% este mes”, y señaló que esas actualizaciones ya se trasladaron al mostrador “sin caída de la demanda”. Para diciembre, anticipó otro ajuste: “En diciembre seguramente habrá un nuevo aumento de precios y suponemos que el consumidor también va a convalidar”. Además, recordó que la falta de animales suele repetirse cada fin de año.
Pedace detalló que el impacto del aumento no es homogéneo. Los cortes vinculados al puchero subieron menos por la escasa demanda, mientras que las piezas traseras —milanesas, parrilla y churrascos— son las que más empujan el promedio. “Hay cortes que suben más que el promedio”, apuntó. A eso se suma que muchos consumidores adelantan compras frente al temor de nuevas remarcaciones.
Para los matarifes, la recomposición del rodeo necesita reglas claras. Pedace fue directo: “Hace falta que haya un rumbo, que no cierren exportaciones, que el dólar sea libre. Todo esto hace que el productor apueste al ganado”.
A su vez, destacó que la demanda internacional se volvió más sofisticada y presiona sobre la disponibilidad interna. “Los chinos empezaron a comprar bife de chorizo, están probando carne buena”, indicó. En ese sentido, advirtió que el país podría enfrentar un faltante de animales en el futuro: “Nos vamos a quedar sin vacas”.
En paralelo, un informe reciente de LCG dio cuenta de una aceleración del rubro alimentos durante la segunda semana del mes: el salto semanal fue del 1,8%, empujado por un incremento del 3,7% en carnes, que duplicó la velocidad del resto de los productos (0,9%).

