La ciudad debate cambios al código de edificación en el Concejo

El Concejo Deliberante tratará un proyecto para modificar el código de edificación con nuevas pautas sobre alturas, espacios verdes y densificación urbana.
Cordoba

El Concejo Deliberante de Córdoba comenzará este jueves el tratamiento de un proyecto de ordenanza que busca modificar el actual código de edificación de la ciudad. La propuesta, impulsada por el Ejecutivo municipal, plantea una revisión integral de la normativa vigente que ya cuenta con más de cuatro décadas de antigüedad y que, según especialistas, quedó desfasada frente al crecimiento urbano registrado en los últimos años. El objetivo central es actualizar criterios vinculados con alturas máximas, delimitación de zonas constructivas, creación de nuevos espacios verdes y, especialmente, el control sobre los permisos excepcionales que hasta ahora se venían otorgando a desarrollistas y constructoras. La iniciativa cuenta con acuerdos preliminares en algunos sectores políticos y técnicos, aunque también genera cuestionamientos en organizaciones vecinales que advierten sobre el impacto en la vida cotidiana de los barrios.

El proyecto llega al Concejo en un contexto de fuerte expansión inmobiliaria en Córdoba, donde la construcción de edificios en altura y nuevos desarrollos habitacionales se multiplicó en distintos sectores de la ciudad. En este marco, el Ejecutivo argumenta que resulta indispensable fijar un nuevo ordenamiento que permita acompañar el crecimiento de manera más equilibrada y con reglas claras. Según lo explicado por los funcionarios municipales, uno de los puntos centrales será la regulación de los permisos excepcionales que históricamente han sido objeto de polémica por habilitar construcciones por fuera de lo establecido en el código. La idea es establecer un marco más transparente y previsible para desarrollistas y vecinos, evitando discrecionalidades.

Desde el Colegio de Arquitectos de Córdoba se expresó un fuerte respaldo a la iniciativa. Fernando Díaz Terreno, codirector del Instituto de Ordenamiento Territorial de esa institución, sostuvo que la ciudad atravesó transformaciones profundas en los últimos 40 años y que resulta imposible sostener un esquema normativo diseñado para una realidad urbana completamente distinta. “La ciudad en 40 años ha cambiado mucho, entonces es necesario empezar a retocar algunas cuestiones que antes no era necesario contemplar y que hoy sí lo son para el desarrollo urbano”, explicó. A la vez, aclaró que la idea de promover mayor densificación urbana no significa únicamente levantar más torres, sino que se trata de ordenar el crecimiento con una mirada equilibrada que contemple la relación entre espacio construido, movilidad y áreas verdes.

La noción de densificación aparece en el debate como un eje clave. Según los defensores del proyecto, concentrar mayor población en áreas determinadas de la ciudad puede permitir un uso más eficiente de los servicios públicos, reducir los traslados diarios y generar oportunidades de renovación urbana. Sin embargo, los críticos advierten que sin una planificación adecuada, este proceso puede derivar en sobrecarga de infraestructura, pérdida de identidad barrial y conflictos en la convivencia cotidiana. Es por eso que distintas organizaciones vecinales ya hicieron saber sus reparos, reclamando que se garantice la preservación de espacios verdes y que se controle estrictamente la ejecución de los proyectos.

Otro punto relevante que se pondrá en discusión es la definición de nuevas pautas para la creación de espacios públicos de uso comunitario. Desde el municipio remarcan que la ciudad necesita ampliar la disponibilidad de áreas verdes, no solo para equilibrar el impacto ambiental de la construcción, sino también para garantizar una mejor calidad de vida en los barrios. En ese sentido, el proyecto plantea requisitos más estrictos para los desarrolladores en cuanto a la cesión de terrenos y la generación de plazas o corredores ambientales.

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