En su columna semanal, el referente social habló sobre la importancia de democratizar la pauta oficial y los efectos de ésta en los medios comunitarios.
«Me gustaría primero decir que el Gobierno municipal de la ciudad de Cordoba, el Gobierno Nacional y todos los gobiernos siempre en sus presupuestos destinan fondos para lo que es difusión, que se le llama comunicación institucional o publicidad. Esos fondos tienen como destino difundir no tan solo los actos que hace el Gobierno, que tienen que hacer público, informar lo que hace, sino también como lo dijo el presidente el día que asumió el 10 de diciembre, que cumplan una función educativa más que propaganda. Eso ha sido el gran problema que ha tenido el uso de los fondos públicos, se han usado para hacer propaganda a un Gobierno, como que un Gobierno siempre está en campaña vendiéndote algo».
«La otra es la inequidad, es que los medios grandes, como no hay nada que regule como asignar la publicidad, estos fondos públicos se usaban el presupuesto para premiar a aquellos que son aduladores, como quien diría que son los que le chupan las medias al Gobierno, y obviamente castigar a aquellos que solemos ser críticos, cuestionamos, o no incluirnos. Históricamente hemos estado discriminados, excluidos de las pautas oficiales los medios sin fines de lucro, no tan solo en un momento no tuvimos acceso a una licencia, sino que también cuesta mucho que se reconozca que la publicidad tiene que ser distribuida de una manera equitativa. Cuando decimos equitativa nos referimos a que el Estado con sus fondos lo que tiene que tratar de hacer es corregir desigualdades».
«Cuando decimos corregir desigualdades, si un grupo económico como Canal 3, Grupo Clarín o Perfil, tiene accesosal mercado publicitario privado, porque hay muchos grupos económicos que pautan ahí y son competitivos, están muy concentrados y tienen muchos medios. El Estado lo que debería hacer, así como lo hace con otras políticas públicas, debería usar justamente esos fondos públicos para fortalecer lo que nosotros llamamos las voces más débiles. En el sentido que estas voces no tienen la potencia económica como para llegar con más fuerza en la producción de sus contenidos, así que con mas razón esos fondos deberían estar utilizados para fortalecer esos medios más pequeños en términos económicas».