El sindicato de maquinistas La Fraternidad denunció la cancelación de los trenes de larga distancia que unen Retiro con Córdoba y Tucumán y aseguró que la situación configura un “lock-out” contra el transporte ferroviario de pasajeros. Desde el gremio advirtieron que la falta de servicios perjudica a miles de usuarios, en especial a los sectores de menores recursos, y reclamaron la defensa de la continuidad del sistema ferroviario.
A través de un comunicado difundido en las últimas horas, La Fraternidad sostuvo que no se restablecerán las formaciones, tal como habían anticipado meses atrás. “Lamentamos tener razón”, expresaron desde el sindicato, al tiempo que cuestionaron la falta de avances concretos para la reanudación de los servicios suspendidos.
Según detallaron, las tareas de reparación de vías y el descarrilamiento ocurrido el 20 de septiembre de 2025 en el servicio Buenos Aires–Tucumán se transformaron en “la excusa ideal” para impedir la reposición de los trenes de larga distancia. Si bien inicialmente el gremio consideró acertada la decisión de frenar los servicios por razones de seguridad, advirtió que el proceso derivó en una paralización prolongada sin respuestas claras.
“La cancelación de estos trenes deja sin alternativas a miles de usuarios”, señalaron desde La Fraternidad. En ese sentido, remarcaron que el ferrocarril constituye una de las formas más económicas de viajar largas distancias y cumple un rol social clave, permitiendo el traslado de personas que no pueden afrontar los costos de otros medios de transporte.
El comunicado, firmado por el secretario general del sindicato, Omar Maturano, remarca que la suspensión de los servicios afecta directamente a trabajadores, estudiantes y familias que utilizaban el tren para viajar por motivos laborales, personales o de reencuentro familiar. “Todos los argentinos debemos defender la continuidad de estos servicios, porque es defender nuestra soberanía”, concluye el texto.
En declaraciones a C5N, Maturano profundizó las críticas y sostuvo que los trenes de larga distancia estarán en riesgo hasta el regreso de “un gobierno nacionalista, patriótico y soberano”. Según el dirigente sindical, la actual administración nacional, encabezada por Javier Milei, “no acepta la justicia social” ni el derecho de las personas con menos recursos a acceder a un transporte público accesible.
El descarrilamiento ocurrido en septiembre pasado en el tramo Buenos Aires–Tucumán llevó al Gobierno nacional a frenar de manera preventiva los servicios tanto hacia la provincia del norte como hacia Córdoba. Desde el sindicato reconocieron que la decisión inicial fue razonable para evitar nuevos accidentes, pero cuestionaron que, desde entonces, se registraron escasos avances en las obras necesarias para garantizar la vuelta de las formaciones.
Para La Fraternidad, esta situación configura un “lock-out” contra el transporte ferroviario de pasajeros de larga distancia, al privar deliberadamente a los usuarios de un servicio histórico y estratégico. El gremio alertó que la paralización prolongada debilita al sistema ferroviario y abre la puerta a un desmantelamiento definitivo del servicio.
En ese marco, el sindicato reiteró el llamado a la sociedad y a los distintos sectores políticos a defender la continuidad de los trenes de larga distancia, no solo como un medio de transporte, sino como una política pública vinculada a la integración territorial, la soberanía y el derecho a la movilidad.

