La legislatura de Córdoba acompañó el proyecto que se votó por unanimidad estableciendo la obligatoriedad de la capacitación prevista en la Ley Micaela a las entidades deportivas de la provincia de Córdoba.
En la Hora de Las Villas y Los Barrios conversamos con Betu Ballari, integrante el espacio Futboleras Organizadas Córdoba. Son ”Hinchas, socias, jugadoras y trabajadoras de una organización que trasciende la mezquindad del hinchismo. Está Integrado por La Wacha Marta, Abriendo la Cancha, Les Vaqueres, Encuentro de Mujeres Albiazules, Coronadas de Gloria y Red Belgrano Feminista.
¿Qué significa la aprobación de la aplicación de la Ley Micaela en los clubes de Córdoba?
«Para nosotras como frente es un gran logro. Supongo, imagino que para cualquier militante o para cualquier grupo que se organiza y que consigue parte de lo que reclama es una alegría enorme. Nos parece que garantiza de alguna manera los clubes que nosotras estamos soñanado y que pretendemos que finalmente encuentren el camino para ser».
«Nosotras venimos pensando que es muy difícil creer que los clubes van a ser inclusivos, que van a ser espacios para nosotras y nosotres, donde la dirigencia, los trabajadores y las trabajadoras no están capacitados. Entonces, muy difícilmente se puedan tomar buenas decisiones, si no hay formación y no hay perspectiva de género, así que es una gran alegría este avance».
¿De qué hablamos cuando se propone construir espacios deportivos libres de violencias machistas?
«En primer lugar, creo que el proceso tiene que ver con eliminar la grandes diferencias que hay entre el fútbol femenino y el fútbol masculino, en relación no sólo a la profecionalización, sino también al acceso, a la posibilidad de realizar la disciplina, de activar sin prejuicio, sin tanta diferencia en relación a los recursos, el acceso principalmente».
«Después hay algo que tiene que ver con la eliminación de todas las violencias, pensar que para una mujer eso no es posible, que el fútbol es de hombres y no de mujeres, en relación a las místicas que rodean al deporte. Venimos hablando de que el deporte a veces se usa como la reafirmación de las masculinidades, y esos valores de las viejas masculinidades que nosotras decimos. Todo eso se cocina en los clubes, igual la sociedad en su conjunto, pero los clubes son espacios donde también hay que revisar muy fuerte los valores que se refuerzan que finalmente constituyen y construyen la sociedad.