Conversamos con Elba Juarez, referente de la Cooperativa 16 de abril del Movimiento Carlos Mugica; y con Karen Bustos del Movimiento Evita en Villa Unión. Nos comentaron como se está viviendo la crisis y la pandemia en los barrios populares.
La medida de aislamiento social preventivo y obligatorio, se vive de diferentes maneras en los sectores sociales. Se vuelve difícil sostenerla en aquellas familias que trabajan en la calle, en el día día y que hoy están en una situación de vulnerabilidad extrema.
Si bien desde el estado se acercaron diferentes programas, no alcanza para contener a las familias, que cada vez más se acercan a comedores y merenderos para tener un plato de comida.
Conversamos con Elba Juarez, referente de la Cooperativa 16 de abril en la que hay un comedor y merendero, del Movimiento Carlos Mugica quien nos comentó cómo se está viviendo esta situación en el barrio, a 70 días de la cuarentena.
Comenta sobre las diferentes dificultades que se hacen presentes en el barrio, vinculadas a la falta de recursos que permitan garantizar los alimentos en los hogares.
El comedor y merendero que desde ahí sostienen no está dando a basto, al decir de Elba, porque ha aumentado la cantidad de gente que se acerca a buscar comida dada la situación crítica que se vive: “Tenemos más niños, este año aumentó mucho. Yo antes hacía una olla de 50 litros y ahora hago una y media y no alcanza. Tenemos miedo de quedarnos sin alimento para los niños.”
Además plantea, que el aumento en los precios dificulta aún más acceder a los mismos tanto en los hogares como desde el comedor y merendero.
Hace referencia también a los problemas que vienen teniendo para acceder a la salud, ya que los dispensarios no están atendiendo y brindando medicación en el barrio.
Esto, señala, es algo que está sucediendo también en otros barrios: “Nos están dejando afuera a la gente de nuestras comunidades. En todos lados esta pasando lo mismo, estamos desamparados en la salud, no tenemos médicos.”
A esto se le suma la dificultad de que si salen,la policía los detiene, comenta Elba, por lo que es aún más difícil poder acceder a los servicios de salud aún si fuera en otros barrios.
Ante esto, Elba exige a las autoridades de los gobiernos que puedan dar respuesta: “lo que estamos reclamando es que el gobierno también se acuerde de los comedores. No tenemos lo suficiente para mantenerlos, no alcanza con los $10.000”.
Podes escuchar acá la entrevista completa:
Además pudimos conversar con Karen Bustos, del Movimiento Evita en Barrio Villa Unión.
Karen nos comenta que la cuarentena en el barrio se vuelve difícil, a raíz de las condiciones objetivas en las que viven los y las vecinas: “En este barrio no hay servicios de luz, agua, cloacas, todo son conexiones clandestinas.”
Comenta además que no hay recolección de basura en Villa Unión, tampoco escuelas ni centros de salud. Esto deja al barrio en condiciones de vulnerabilidad y desigualdad para hacer frente a la crisis y al aislamiento: “Con esas condiciones objetivas enfrentamos la pandemia. A veces ni agua tenemos para mantener la higiene.”
A esto se suma que la mayoría de los y las vecinas son trabajadores de la economía popular: “vivían de la changa, vendedores ambulantes, carreros, cartoneros”, por lo que se ven imposibilitados de trabajar en este contexto.
Además Karen comenta que la situación de las mujeres es aún más difícil ya que hay un incremento de casos de violencia de género: “En materia de género la situación empeora más. Se hace mucho más difícil para la mujer víctima y para la consejería poder acompañar y socorrer”
El acceso a la educación en este contexto también presenta sus dificultades, ya que requiere de acceder a tecnologías e internet, servicios con los que no cuentan mucho de los niños y niñas del barrio: “Nuestros niños no están en la misma condición que uno con acceso a internet, para llevar al día las tareas. Eso lleva a que no estén al mismo nivel que los demás”.
Señala también la situación de hacinamiento en la que viven muchas familias: “El aislamiento no puede hacerse porque las casas están pegadas y hay familias que viven entre 12 en la misma casa”. Todos estas condiciones, comenta Karen, ha llevado a que los comedores se vean desbordados.
Ante esto, remarca el importante rol de las organizaciones sociales y movimientos populares que se han puesto al hombro el acompañamiento y sostén de los barrios que peor la están pasando en este contexto: “los movimientos populares y organizaciones sociales no nos hemos detenido ante la pandemia, sino todo lo contrario. Nos pusimos al hombro el objetivo de mejorar, ayudar a lograr que salgamos de esta todos sanos.”
Comenta las diferentes acciones que vienen llevando adelante desde el Movimiento Evita en Villa Unión que ha implicado mantener los comedores tomando las medidas de seguridad necesarias, mantener también las consejerías en violencia de género triplicando el número de asesoramientos, accionar en conjunto con el Centro de Operaciones de Emergencia, y la Campaña Activemos Córdoba Solidaria que permitió que se acceda a alimentos más nutritivos y saludables en los comedores: “Logramos traer a la mesa de los más humildes verduras y lácteos, cuando antes solamente podíamos dar fideos y harinas”.
Podes escuchar la entrevista acá: