El edificio se ubica en el microcentro de la ciudad de Córdoba y está destinado a ingresantes de cualquier unidad académica de la institución. En la planta baja funciona el Comedor Universitario para los estudiantes que se encuentran lejos de Ciudad Universitaria.
Este miércoles, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) inauguró su primera residencia universitaria en la provincia, marcando un hito en su historia. Ubicada en Deán Funes 328, en pleno centro de la ciudad, el edificio cuenta con nueve pisos y capacidad para alojar a 150 estudiantes, además de múltiples servicios. El acto inaugural contó con la presencia del rector Jhon Boretto, la vicerrectora Mariela Marchisio y otras autoridades de la comunidad universitaria.
“La UNC tiene más de 400 años, pero no se queda inmóvil. Siempre asume nuevos desafíos. Y, sobre todo en tiempos difíciles, no puede abandonar la inclusión como factor clave para que la educación sea una herramienta de desarrollo, progreso y ascenso social. Quienes ingresan a la residencia tienen altas expectativas, convivir con personas que también inician esta etapa, crear nuevas redes de apoyo y organizar mejor sus tiempos de estudio. Para la mayoría, es la primera vez lejos de casa, un gran desafío y una oportunidad única”, expresó el rector Boretto durante el corte de cintas. Agregó además: “Este paso que damos hoy responde a una antigua demanda. Nos alegra recibir a estudiantes de Córdoba y también de otras provincias. A pesar de la expansión universitaria en todo el territorio, la UNC sigue siendo un faro y una referencia académica en el país».
Por su parte, Matías Lingua, secretario de Bienestar y Modernización de la UNC, destacó la importancia de este paso en la historia de la institución, dado que la existencia de una residencia universitaria ha sido una de las principales demandas de los estudiantes, especialmente de aquellos provenientes del interior provincial. «Se trata de un paso muy importante que estamos dando como universidad. Mucha gente de todo el país viene a estudiar a la UNC y sabemos las dificultades que puede significar instalarse en la ciudad, no solo en términos económicos, sino también por el desarraigo y la falta de redes de apoyo», explicó Lingua. También destacó que la creación de la residencia era una «deuda histórica» de la UNC. «Muchas universidades del país cuentan con un espacio de residencia y nosotros veníamos un poco retrasados en ese esquema. Si bien nuestras políticas de inclusión son múltiples -desde ayuda económica hasta asistencia psicológica y acompañamiento a los estudiantes-, el alojamiento era una deuda pendiente. Y aunque sabemos que la población estudiantil es muy grande, su existencia contribuye a cumplir el sueño de algunos estudiantes», enfatizó.

¿Quiénes son los residentes?
En esta primera etapa, 135 estudiantes fueron seleccionados para habitar la residencia. Lingua explicó que «la mayoría proviene de escuelas de gestión pública, más del 50% no tiene cobertura de salud y enfrentan severas dificultades económicas para costear una vivienda en Córdoba y estudiar». También señaló que, además del alojamiento, la residencia incluye un acompañamiento integral para ayudar a los estudiantes a sostener su trayectoria académica.
Según datos de la UNC, el 44% de los residentes proviene de la provincia de Córdoba (a partir de 50 kilómetros de distancia), mientras que el resto proviene de Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, Chaco, Formosa, Neuquén, Río Negro, Salta y San Luis. En cuanto a la dependencia económica, el 95% refiere depender de su familia de origen. Respecto a la ocupación de los padres, el 23,4% trabaja en dependencias estatales; el 17% son carpinteros o albañiles; el 8,5% metalúrgicos y empleados de comercio; el 6,4% docentes, cocineros, peones de obra o emprendedores; mientras que un 4,5% son peones rurales y operarios.
¿Cómo funcionará la residencia?
El edificio cuenta con nueve pisos, de los cuales ocho están destinados a habitaciones compartidas. Cada piso tiene entre cinco y seis habitaciones con capacidad variable de dos a seis residentes por habitación. El noveno piso está destinado a un espacio común y una sala de estudio para fomentar la convivencia y el trabajo colaborativo.
El acceso a esta residencia sigue los mismos criterios de una beca universitaria y está dirigido a ingresantes. La estadía se extiende de febrero a diciembre de cada año. Entre los servicios que brinda, la residencia cuenta con Wi-Fi en todo el edificio, lavandería de uso común, sala de estudio equipada y espacios de guardado personalizados en cada habitación.
Además, en la planta baja del edificio funciona un anexo del Comedor Universitario con capacidad para 400 raciones diarias, garantizando así una alimentación accesible para los residentes.
Convocatoria y selección
La capacidad total de la residencia es de 150 personas. Para acceder a una plaza, la UNC lanzó un esquema de becas destinado a estudiantes con problemas socioeconómicos. «La convocatoria se realizó en octubre y noviembre del año pasado y se inscribieron 350 personas. Luego hicimos la evaluación y seleccionamos 135 estudiantes que ya están viviendo en la residencia. También dejamos una lista de espera porque hay estudiantes que tal vez no logren ingresar a la universidad y deban dejar su lugar», explicó Lingua.
Esta es la primera experiencia de la UNC en este tipo de infraestructura, por lo que se espera que a fin de año se seleccione a una nueva cohorte de becarios y becarias que ingresarán en febrero del próximo año.