El secretario de Derechos Humanos de la UTEP analizó el impacto de las leyes que intenta imponer el Gobierno nacional, destacando la importancia de la movilización popular y la necesidad de construir un proyecto de patria justa, libre y soberana.
Lito Borello, referente nacional de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), reflexionó sobre la actual coyuntura política y social de Argentina, marcada por el intento del Gobierno nacional de implementar una reforma laboral. Borello asegura que «esta medida no solo afecta a los trabajadores que tienen la fortuna de estar en blanco, sino que golpea con mayor fuerza a la economía popular, ya que la reglamentación de un sector termina por afectar la legalidad de la totalidad del universo del trabajo«.
Para el dirigente, estas leyes no deben verse de manera aislada, sino como parte de un modelo de dominación global que se intenta aplicar en América Latina, calificando las iniciativas oficiales como absolutamente antinacionales y antipopulares. En este sentido, Borello subrayó que la respuesta ante este avance no puede limitarse a peleas sectoriales, sino que requiere un proceso de lucha integral para construir poder popular.
Respecto a las recientes movilizaciones masivas en todo el país, el referente destacó que el centro de gravedad de la protesta estuvo en la calle. Para Borello, esta jornada nacional de resistencia demostró que la sociedad no está dispuesta a rendirse y que la capacidad de inteligencia del pueblo supo aprovechar la convocatoria para decir: «Acá estamos».
Finalmente, Borello expresó una visión crítica sobre el sistema democrático actual, al que considera «secuestrado por un poder global capaz de manipular el sentido común». Sostuvo que los cambios radicales y revolucionarios necesarios para retomar el camino de una patria justa no vendrán simplemente por votar cada dos años, sino cuando los trabajadores sean la columna vertebral y cabeza de un proceso transformador que surja desde abajo. A pesar de los tiempos complejos, concluyó con un mensaje de esperanza, asegurando que, «aunque la noche todavía se ve negra, ya empiezan a asomar las luces de un nuevo amanecer impulsado por la unidad y la organización popular«.

