El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, publicó este domingo un firme y crítico comunicado en defensa del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en respuesta al plan del Gobierno nacional de avanzar con un decreto que modificaría drásticamente su estructura y comprometería su funcionamiento. Desde el inicio de la gestión de Javier Milei, el organismo ha sido blanco de recortes presupuestarios, congelamientos y falta de inversión, como parte del plan de ajuste que atraviesa a todo el sistema científico y productivo estatal.
“Al INTA hay que fortalecerlo, no ensuciarlo para vaciarlo”, afirmó Llaryora en su comunicado, donde también reclamó una mirada más cercana al interior productivo del país. “Quienes toman decisiones deberían venir al interior, recorrer nuestros campos y escuchar a los productores, quienes trabajan de sol a sol a pesar de las malditas retenciones. Desde el Obelisco, y sin diálogo, es imposible comprender la realidad de nuestra gente de campo”, expresó. Su posicionamiento no sólo pone en cuestión la política de ajuste, sino que señala una forma centralista y ajena a las realidades locales que, según el mandatario, define la actual gestión nacional.
La crítica de Llaryora no es aislada. Durante la última semana, representantes y autoridades de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, La Pampa y de varias regiones del sur del país también manifestaron su preocupación y rechazo ante los cambios que impulsa el Ejecutivo. Incluso la Mesa de Enlace —usualmente alineada con reclamos fiscales y productivos similares a los del gobierno— mantuvo una reunión con el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta, en la que le trasladó su desacuerdo con el rumbo planteado para el INTA.
En su mensaje, el gobernador cordobés defendió el rol histórico del instituto como pilar del desarrollo agropecuario, destacando el trabajo cotidiano de sus profesionales y técnicos. “Defender al INTA es defender al campo argentino. Allí abundan el talento, la vocación y la experiencia; por eso reivindico la calidad profesional de cada una y cada uno de sus trabajadores, quienes todos los días aportan al desarrollo nacional”, expresó.
También planteó que el instituto debe modernizarse y fortalecerse con más vínculos con el sector privado, sin perder su autonomía ni su carácter público. “Cerrar el INTA sería cerrar otra puerta al progreso y a la innovación que el país necesita”, advirtió. En este sentido, sostuvo que Argentina necesita más que nunca del INTA para enfrentar desafíos productivos, tecnológicos y ambientales. “El INTA no sólo está presente en el campo: está en cada casa, en cada mesa y en cada alimento producido con tecnología, innovación y trabajo”, escribió.
El intento de vaciamiento del INTA se da en un contexto general de ataque al sistema científico y tecnológico estatal. Desde que asumió el gobierno de Javier Milei, se profundizó una política de desfinanciamiento que ya afecta gravemente al CONICET, al INTI, al INIDEP y a diversas instituciones clave para el desarrollo nacional con base en el conocimiento. A la par de los recortes presupuestarios, también se promueve una narrativa que desprestigia y deslegitima el trabajo de investigadores, técnicos, científicos y trabajadores estatales, bajo una lógica de mercantilización del conocimiento y abandono del rol estratégico del Estado en la innovación.
Para Llaryora, lo que está en juego es mucho más que una estructura institucional: “Además de los más de 3.500 millones de dólares que el Estado nacional se lleva cada año de Córdoba por las retenciones, ¿también quieren destruir nuestro talento?”. El mensaje del gobernador interpela a las autoridades nacionales, pero también llama a la sociedad a tomar conciencia de lo que representa el INTA para la producción con soberanía y arraigo territorial.