El pasado viernes se realizó un encuentro en la Casa Radical, del que participaron referentes de los distintos nucleamientos del partido, todo con vistas a la futura renovación de autoridades en la Unión Cívica Radical de Córdoba. Hubo coincidencia en cuanto al rol de “partido opositor” en la provincia de la UCR, seguramente a partir del constante drenaje de dirigentes hacia el “partido cordobés”, tal cual lo define el gobernador Martin Llaryora.
El último viernes se realizó el encuentro de la Unión Cívica Radical, con vistas a la futura renovación de autoridades, en el cual estuvieron presentes referentes del partido. El foco estuvo puesto en las distintas posturas acerca del quehacer del partido en cuanto a la relación con el Gobierno nacional.
Además de reivindicarse la obligación de todos los radicales de “alzar la voz contra los ajustes hacia los más débiles de la sociedad”, en la reunión quedaron en evidencia dos bloques: uno encabezado por Ramón Mestre, que aparece contrario a las ideas libertarias, y el otro con Rodrigo de Loredo y Marcos Ferrer como referentes, más cercano a la gestión de Javier Milei.
Aunque no todo está tan claro: de hecho, Ferrer mantiene fluidos contactos con referentes nacionales, que claramente, por la forma que se dio la votación en el Congreso Nacional de proyectos que interesaban al oficialismo, se posicionan como oposición a la Libertad Avanza.
De hecho, se sabe que el intendente de Río Tercero mantiene una estrecha relación política con el senador Martin Lousteau, presidente del Comité Nacional y con una posición respecto a Milei ostensiblemente diferente a la del diputado De Loredo; y el jefe de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA y abanderado de los cuestionamientos al desfinanciamiento de las universidades públicas.
Por lo tanto, no queda claro cuál es en definitiva el perfil que buscan mostrar los aspirantes a conducir el partido centenario.
Foto: gentileza Red «X»