Luis Caputo anunció un bono a cuatro años para afrontar vencimientos de deuda

El Ministerio de Economía resolvió avanzar con una nueva colocación en dólares con el objetivo de cubrir los compromisos que se concentran en enero y, al mismo tiempo, intentar reinsertar a la Argentina en los mercados financieros internacionales.
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La estrategia aparece en medio de cuestionamientos por la escasa acumulación de reservas del Banco Central. Desde principios de 2018 el país no logra financiarse afuera. El titular de la cartera económica, Luis Caputo, confirmó que se lanzará un bono en dólares a cuatro años como herramienta para encarar los próximos pagos. La apuesta oficial es volver a tomar crédito para “rollear” los vencimientos, luego de varios años sin operaciones de este tipo.

La Secretaría de Finanzas abrirá el miércoles 10 de diciembre la licitación de los BONAR 2029N. Son títulos emitidos y pagaderos en dólares bajo legislación local, con una tasa del 6,5% nominal anual y pagos semestrales. El capital se cancela íntegramente al vencimiento.

En una entrevista con A24, Caputo sostuvo que «Argentina vuelve en forma inminente al mercado de deudas, es correcto. Estamos volviendo con un bono a 4 años, con un cupón del 6,5%. Es un dato importantísimo».

El ministro defendió la política oficial sobre las reservas y explicó que «este es el Gobierno que más compró reservas, por lejos. Ha sido más difícil acumular porque Argentina no tiene crédito y teníamos que cancelar la deuda que heredamos. Los países renuevan deudas pero Argentina no tiene crédito y ha tenido que pagar». Y añadió que «es importante regresar a los mercados porque al poder refinanciar los vencimientos de deuda, cada dólar que compre el BCRA lo podrá acumular. Desde enero del 2018 Argentina no sale al mercado».

En el comunicado oficial, Economía enmarcó la operación en “un escenario de marcada compresión en las tasas de interés de los bonos en dólares”, atribuida tanto al resultado electoral como al rumbo del programa económico. Según el documento, el Tesoro busca “ampliar sus alternativas de financiamiento para cubrir vencimientos en moneda extranjera sin poner en riesgo las reservas netas del Banco Central”.

El escrito agrega que “habiendo alcanzado costos financieros sostenibles, el Tesoro comienza así con una nueva estrategia tendiente a refinanciar sus vencimientos de capital en dólares sin afectar el proceso de fortalecimiento de la hoja de balance del Banco Central, permitiendo que las compras de reservas resulten en acumulación neta”.

Caputo también se refirió al endeudamiento aprobado por la Legislatura bonaerense, cercano a los USD 3.600 millones, y recordó que «hay una ley de responsabilidad fiscal, que viene desde el 2004, donde las provincias se comprometen a no tomar deuda, siempre y cuando los gastos corrientes superen la inflación. Buenos Aires no está cumpliendo con esa regla, por lo tanto, técnicamente, lo que es deuda nueva hoy no debiera estar sujeta a aprobación porque no está cumpliendo con la ley de responsabilidad fiscal».

A la vez, remarcó que la provincia «está aumentando los gastos corrientes por encima de la inflación» y que el Gobierno ya había advertido a los distritos sobre la necesidad de alinearse a estas pautas.

El ministro insistió en que buena parte del llamado “costo argentino” se concentra hoy en provincias y municipios más que en la Nación. «Nosotros no hemos hecho otra cosa que bajar impuestos y estabilizar la macro. Eso ayuda a bajar el costo argentino. Ahora tenemos que lograr que provincias y, sobre todo, intendencias dejen de cobrar tasas absurdas por prestaciones que no existen», señaló. Y pidió avanzar en la reducción de tributos como Ingresos Brutos a nivel provincial y el impuesto a los débitos y créditos a nivel nacional.

Caputo también analizó el caso de Whirlpool, que cerró su planta en Pilar, y la situación industrial en general. Cuestionó el enfoque de las políticas productivas tradicionales y afirmó que «las políticas industriales del pasado muy bien no han funcionado». Apuntó a que la macro estable, la baja de impuestos y la competencia son “la mejor política industrial”.

Sobre la industria automotriz —que enfrenta una baja en la producción por mayor competencia externa— destacó que trabaja con márgenes acotados y que el peso tributario es determinante: «con 51% de impuestos», advirtió, y sumó que «lo que más afecta en las exportaciones son los 7 puntos de ingresos brutos y un punto de tasa municipal e higiene».

En la entrevista también se refirió a los problemas de acceso a bienes a precios razonables: «Ese es el modelo que ha seguido Argentina con la excusa esta de ‘protegemos a los trabajadores’. Y yo digo, ¿a quién estás protegiendo? Porque el empleo no crece desde hace 14 años», sostuvo.

Respecto de la reforma fiscal, Caputo explicó que el paquete no apunta específicamente al monotributo: «no es una reforma del monotributo en particular», dijo, sino que se enfoca en apuntalar los cambios laborales y mejorar el esquema impositivo empresarial. Añadió que “después va a venir algo con personas humanas”.

El funcionario anticipó que la eventual modificación del monotributo quedará para una segunda fase. Y cerró con optimismo: «Viene un 2026 espectacular, espectacular, como no hemos visto hace bastante tiempo», asegurando que la formalización y el crecimiento serán las claves para eliminar impuestos distorsivos en el futuro.

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