¡Escuchános!

Marcharon para exigir DD.HH en las cárceles

Otro caso más de muerte en Bouwer, esta vez Eva Gabriela Molina de 49 años que se encontraba presa en el pabellón B2, muere por falta de atención médica.

Justamente hoy se presentó la Ley Blas que tiene como fin terminar con la Violencia Institucional, del mismo modo traemos otro tema dentro del espectro que es la Violencia Institucional en las cárceles, luego de un lamentable hecho que sucedió el fin de semana acá en Córdoba.

En La Despensa entrevistamos a Adriana Revol, militante anticarcelaria cordobesa, sobre las torturas y muertes que sistemáticamente suceden en las cárceles de Córdoba.

«El viernes 21 de abril Gabriela pide que la lleven a enfermería porque estaba muy descompensada. Manifestaba muchos síntomas graves de salud como para alarmarse, vómitos, incontinencia y mareos fuertes. Le dijeron que era un ataque al hígado, le dieron buscapina y la mandaron de vuelta a su diminuta celda.

El sábado 22 queda sola, porque era horario de visitas, y cuando sus compañeres regresan la encuentran inconsciente.
Como en tantos otros casos, esta vez también las presas nos cuentan que pedían a gritos que se la trasladara de emergencia y que no recibieron respuesta. Tuvieron que comenzar con las protestas y así, junto a la intervención de militantes y del Comité Nacional de prevención contra la tortura, lograron que la lleven al hospital Misericordia.

Entra al hospital en estado de shock, con el diagnostico de derrame cerebral por aneurisma. Llega sin su historia clínica, lo cual sabemos que fue adrede porque su diagnóstico según el SPC era un ataque al hígado. Quisieron ocultar una vez más su mala praxis, su accionar nefasto y tortuoso.

El Domingo 30 de abril Gabriela fallece. Muere por falta de atención medica a tiempo en el penal, muere por abandono de persona, muere porque no pudo acceder ni a la libertad condicional ni al sistema público de salud.

La violencia ejercida no es solo sobre Gabriela y su familia, sino también sobre sus compañeres preses, por el abandono y las situaciones traumáticas a las que son sometidas. La represión que sufren día a día dentro de las carceles es moneda corriente como el hacinamiento, la falta de atención medica, de comida y de tratos dignos por parte de los verdugos y de quienes los manejan. LA CARCEL NO REEDUCA NI REINSERTA. TORTURA Y ASESINA«.

Fuente: Frente Antirrepresivo en Lucha (F.AL).