Durante una entrevista con La Despensa, Galán explicó que el FISU, destinado a mejorar la infraestructura en barrios populares de todo el país, se creó a partir de la Ley 27.453, sancionada en 2018, luego del relevamiento impulsado dos años antes bajo el gobierno de Mauricio Macri. La ley fue respaldada por una amplia mayoría de sectores políticos —“la firmó Mario Negri, la votaron Carrió, Monzó, el peronismo, el kirchnerismo, la izquierda, la alianza”— y tenía como objetivo integrar a más de 6.000 barrios populares sin servicios básicos.
“Muy pocas leyes tienen ese nivel de consenso multisectorial”, remarcó. El fondo, señaló, permitió concretar obras de agua, cloacas, alumbrado, apertura de calles, y mejoramiento de viviendas. También dio lugar a programas como Mi Pieza, que ayudó a muchas familias a reducir el hacinamiento. “Gracias a esto, muchas familias pudieron acceder a condiciones más dignas. Era una herramienta concreta para pelear contra la pobreza estructural”, afirmó.
En Córdoba, recordó que durante la gestión de Juan Schiaretti se impulsó el programa de las “100 urbanizaciones”, con obras en casi 60 barrios, muchas de las cuales hoy están paralizadas. “Así como el gobernador reclama por las retenciones al campo, que yo no comparto, también debería estar reclamando por esto, porque son obras que benefician a cordobeses y cordobesas”, señaló. “Y lo mismo debería hacer el intendente”, agregó.
Galán cuestionó con dureza el argumento del Gobierno de Javier Milei para cerrar el fondo, en línea con el pedido del FMI de eliminar los programas “como si fueran una mala palabra», y lamentó: «El resultado es una condena a muerte para millones de argentinos y argentinas”.
Galán participó este miércoles de una jornada nacional de reclamo por la continuidad del fondo. Desde la Plaza Vélez Sársfield, llamó a que distintos sectores se pronuncien públicamente. “Esperamos que la Legislatura, el Concejo Deliberante y la Municipalidad de Córdoba se expresen. También vamos a pedirle al obispo Rossi, cuando vuelva de Roma, que se sume. Este fondo no puede desaparecer en silencio”, dijo.
Por último, advirtió sobre el peligro de que el Estado se retire de estos territorios: “Cuando el Estado se va, deja libre el camino para el narcotráfico y las bandas mafiosas. Después nos preguntamos por qué hay inseguridad. Hay que mirar primero por qué dejamos que pasen estas cosas”.
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