(Columna de Mariano Saravia) – El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, arrasó en las elecciones presidenciales y se autoproclamó reelecto 24 horas antes de tener datos oficiales.
Bukele se declaró ganador “con el 85% de los votos” antes de que se hicieran oficiales los primeros números. Otros mandatarios y Gobiernos también se anticiparon a los cómputos del Tribunal Supremo Electoral y felicitaron al mandatario sin resultados.
Según Mariano Saravia las instituciones políticas en El Salvador se están debilitando. Hubo dos cambios que fueron impulsados por el oficialismo, en una búsqueda clara de amalgamar más poder.
El primero fue reducir el Congreso de 84 bancas a 60 (según el propio Bukele, obtendría 58). El segundo es que tanto el Tribunal Superior Electoral como la Sala Constitucional de la Corte Suprema habilitaron que Bukele se pudiera presentar a un nuevo mandato, cuando en realidad las reglas constitucionales lo impedían.
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