Entrevista a Marina Joski, Referenta Nacional del Movimiento Popular La Dignidad nucleado en la UTEP. Dialogamos acerca de la postura de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular de acompañar la decisión del gobierno de intervernir y expropiar la Empresa Vicentín. En el marco de la lucha por la soberanía alimentaria en un contexto de profunda crisis social y económica.
Marina hizo hincapié en que VicentÍn exporta el 10% del total de todos los granos que son volcados al comercio exterior para dar cuenta de la magnitud de esta empresa, a la vez que juega un rol muy importante por ser fijador de precios.
«Hace un par de meses venimos activando desde el Movimiento Popular La Dignidad y el Frente Patria Grande la construcción de una Empresa Nacional de Alimentos que represente y sea controlador de los precios. Es imposible que se produzca para 400 millones de personas y que los 44 millones de habitantes no tenga en su totalidad el alimento asegurado», enfatizó Marina.
La dirigente social expone los mecanismos que se llevan adelante por las grandes empresas que especulan con el alimento imposibilitando que llegue a todas las familias. Mecanismos que son necesarios comenzar a discutir y denunciar:
«Acá hay algo que tiene que ver con que, la mayor cantidad de la producción de alimentos o de materias primas se va a la exportación; se juega eso en dolares, se fuga la plata y acá aumentan los precios. Cuando en realidad deberían tener un precio menor».
En torno al impacto que tendría avanzar con propuestas de esta índole en el sector de la economía popular, afirmó:
«La importancia de la intervención de Vicentín, de la participación del Estado tiene que ver con nuclear a pequeños productores, regionalizar la producción de alimentos y establecer montos máximos, fijar precios . Con esto los sectores populares avanzarían un montón, la economía popular también crecería. Si podemos regionalizar la compra de alimentos y evitar intermediarios realmente seria una gran conquista para nuestro pueblo».
Los Movimientos populares vienen caminando juntos en las calles y en las diferentes barriadas populares de Argentina. Con la agenda de tierra, techo y trabajo han logrado imponerse ante el abandono y la invisibilización estatal y social. La importancia de la consigna «los Movimientos populares no son el problema si no parte de la solución» radica en que frente a los contextos más críticos, avanzan con propuestas contundentes. Muestra de esto es el Manifiesto por la Soberanía, Trabajo y Producción, que presentaron al Gobierno Nacional junto a otros sectores sindicales:
«Tras la lucha, la organización hemos construido política publica y necesitamos ser escuchados y necesitamos participar de la discusión sobre que argentina queremos, en ese sentido en ese espíritu es este manifiesto y esta unidad por la soberanía».
La referenta nacional de UTEP concluye con el rol de las organizaciones sociales para salir de esta crisis en conjunto con el estado:
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