Por políticas de la empresa EPEC, existe la posibilidad de que sedes del interior cierren sus puertas. «Es un análisis que hace el directoria de le empresa provincial de energía, algo que nosotros rechazamos», explica Máximo Brizuela del sindicato de Luz y Fuerza regional.
«Tenemos que cuidar una empresa que es de todos los cordobeses, y tiene que haber un respeto hacia el usuario, con respuestas personalizadas y con dependencias que sigan presentes para que se sostenga el buen servicio», agrega, además de remarcar el obvio impacto negativo para con las y los trabajadores.
De cerrarse las sedes, las personas tendrán que dirigirse a varios kilómetros de distancia para llevar sus gestiones y las guardias en casos de emergencia (como puede ser un corte de luz, un día de tormenta por ejemplo), llevará mucho más tiempo y demoras.
«Es una cuestión de sentido común», remarca el dirigente. «Ahora tenemos que ser más solidarios, más humanos, y pelearla juntos en pandemia, pero nada que ver», se lamenta.