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Monseñor Ojea: “La patria está en peligro, estamos entregando nuestros barrios al narcotráfico”

El obispo de San Isidro destacó los consensos alcanzados cuando la aprobación de la ley27.453 de integración socio urbana en 2018. “¿Qué nos pasó, para que, en este momento, no sean prioridad los barrios?”, sostuvo durante su intervención, en el auditorio de la Universidad Católica.

El presidente de la Conferencia Episcopal formó parte del panel que el pasado miércoles 28 debatió en el auditorio de la Universidad Católica sobreel “acceso a la tierra y al techo”. De la mesa participaron también el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi; el director de La Ranchada, Marco Galán, integrantes de la Mesa de Barrios Populares y el secretario de Escrituración y Articulación Territorial de la Provincia, Alfredo Magallanes.

“Estado o Narcotráfico. El acceso a la tierra y al techo en Córdoba”, fue el título de la convocatoria, organizada por la Mesa de Barrios Populares de Córdoba, la Vicaría de los Pobres y Cáritas Argentina.

Las distintas intervenciones abordaron el difícil momento que atraviesan las barriadas populares, a partir del desfinanciamiento de distintos programas derivados de una legislación conseguida tras largas luchas.

Monseñor Oscar Ojea reivindicó los “consensos que se supo alcanzar con todo el arco político”, y todo a propósito del desconocimiento del actual Gobierno nacional de lo dispuesto por la ley 27.453 de 2018, que otorgó a quienes habitan en barrios populares inscriptos en el RENABAP, el derecho a “acceder a los servicios públicos con calidad, continuidad y cantidad suficientes, sin discriminación”.

También se mencionó a la ley 27.694, de 2022, que declaró la emergencia socio urbana, sanitaria y ambiental en los barrios populares identificados en el RENABAP. Y el desfinanciamiento de la Secretaria de Integración Socio Urbana dispuesto por el presidente Javier Milei, que afectó a los recursos del fondo FISU, proveniente del Impuesto País.

Una ley que dignificó al habitante de barrios populares

Monseñor Oscar Ojeda era el presidente de Cáritas cuando formó parte de la mesa de diálogo, de la que participó el Gobierno a través del Ministerio de Desarrollo Social y los movimientos sociales, allá por 2018. “Buscábamos acuerdos básicos, luego vino la UTEP, la CCC, el MTE, Barrios de Pie, todos interesados en ese diálogo, donde Cáritas y Un Techo para mi País ya colaborábamos”, sostuvo el obispo.

El actual presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) rescató ese encuentro, y aseguró que “fue un diálogo difícil, porque nos encontramos con distintas miradas, distintos puntos de vista sobre cómo trabajar en los barrios”.

Ojeda destacó que después de “haberse roto muchas veces la mesa y vuelta a recomponer, se llegó al tema de la encuesta en los barrios”.

Se estaba refiriendo al Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), herramienta que permitió relevar en una primera etapa a más de cuatro mil barrios populares, “mientras hoy el número ya asciende a 6.467 barrios populares en todo el país, donde viven más de seis millones de personas, y donde se encuentra el núcleo duro de la pobreza y la indigencia”.

El obispo de San Isidro destacó cómo esa encuesta favoreció el siguiente acuerdo para lograr, después de dos años de haberse reunido la mesa, que el Congreso de la Nación aprobara de un modo casi unánime en 2018, y después lo ratificara en el año 2022 la ley 27.453, que rige la integración urbana de los barrios populares.

“Esa ley, en primer lugar, le confiere dignidad al que vive allí. Recuerdo, yo joven, yendo a visitar los barrios, lo que significaba que un villero pidiera trabajo. No tenía domicilio, y ahora por esta ley lo tiene y eso hace a la dignidad. Además, le otorga un certificado de familia y reconoce el derecho a los servicios, al agua, a la electricidad, al gas”, agregó monseñor Ojea.

Y el lograr esta legislación, fue el comienzo de un proceso en la Argentina donde se ve claramente dónde está la prioridad y, como subrayó el obispo “se ratificó como prioridad atender la vulnerabilidad en la patria”.

¿Qué pasó en tan poco tiempo?

“¿Qué nos pasó? ¿Qué pasó en tan poco tiempo? Porque en este momento parecería que no son prioridad los barrios”, reflexionó Oscar Ojea.

Y reconoció que la situación lo llena de “perplejidad”, proponiendo “repensar y retomar el diálogo, por qué detrás de esta suerte de desentendimiento de nuestros barrios, se oculta un peligro impresionante para la patria, que es estar entregando al narcotráfico nuestros barrios”.

“Cuando se daba la posibilidad de obras y de trabajo, de hacer esa canaleta, de trabajar en electricidad, o de hacer esta piecita, o un baño y evitar así el hacinamiento, cuando se hace un asfalto que ayuda a la integración y al ánimo de quienes viven allí, veíamos que todo eso proporcionaba trabajo, algún tipo de trabajo. Pero hoy nos encontramos con que el narco va ganando cada vez más espacio, es el que provee. Si no hay trabajo, él se encarga de las necesidades, pero al mismo tiempo esclaviza”, resumió sobre cuanto se perdió en tan poco tiempo, fundamentalmente desde la asunción del gobierno libertario de Javier Milei.

Y abordó sobre una cuestión que se debate en el país –y el particular en Córdoba-, como es el tema del juego y el riesgo que conlleva el libre acceso de los adolescentes a los sitios de apuestas.

“El juego online es otra plaga, es algo tremendo, porque se promueve a través de las competencias deportivas, las más populares. Nuestros ídolos, sin darse cuenta, no lo sé, están sirviendo a estas grandes empresas que se dedican al juego. Los grandes clubes llevan la publicidad en sus camisetas. Entonces, ¿quién sostiene todo eso? El narco apuntala esta estructura”, dijo en otro pasaje de su alocución el miércoles, en la Universidad Católica de Córdoba.

Mucho más que “seguridad” en los barrios

“En estos últimos meses ha aumentado tremendamente el tema del tráfico de drogas. Y esto no se combate sólo atendiendo a la seguridad, que por supuesto es necesaria, diría imprescindible. Pero al mismo tiempo, si no realizamos un trabajo conjunto con los vecinos, integrando sus miradas, su modo de pensar, sus inquietudes, haciéndolo juntos, es imposible que podamos resolver este tema, que importa el trabajo de un estado dentro de otro estado”, concluyó el presidente de la CEA.