Se viven días tensos en los pabellones de mujeres privadas de su libertad en la cárcel de Bouwer.
La muerte intramuros de la belvillense Carla Gascon, la cuál se corresponde con una práctica de tortura tras padecer 10 días con graves problemas de salud y sin asistencia médica adecuada, generó protestas por parte de sus compañeras.
Las mujeres privadas de su libertad llegaron a organizar una huelga de hambre que empezó el pasado miércoles y finalizó al día siguiente.
En La Vida y La Libertad nos comunicamos con Adriana Revol, referenta del Movimiento Anticarcelario de la Provincia de Córdoba.
Según la referenta anticarcelaria, «8 de cada 10 mujeres privadas de su libertad son medicadas con psicofármacos sin discriminar diagnósticos particulares, lo cual genera un cuadro generalizado de adicción y de abstinencia cuando éstos no son brindados».