Raúl Pascual Canzonetta, un jubilado ferroviario de 76 años, falleció mientras esperaba la entrega de un marcapasos que nunca llegó. El hecho ocurrió en Junín, provincia de Buenos Aires, y generó una profunda indignación en su familia y en la comunidad.
Su hijo, Matías, relató en Radio La Ranchada que su padre se descompuso el 21 de agosto mientras compartían unos mates en su casa. “Nos fuimos rápido a la guardia, no tenía antecedentes previos. En el hospital descubrieron que tenía un bloqueo A3 en el corazón. Pasó de la observación a terapia intensiva de inmediato”, contó.
En el Hospital Interzonal de Agudos le colocaron un marcapasos artificial provisorio, mientras esperaban el definitivo. Al día siguiente, con el pedido firmado y sellado por el equipo de cardiología, la familia inició los trámites ante PAMI. Sin embargo, se encontraron con la primera traba: en Junín no había un solo marcapasos disponible para emergencias, pese a ser una ciudad de más de 100 mil habitantes.
“Nos dijeron que tampoco había en la sede de Capital Federal, donde se concentran los insumos. Mi papá estuvo internado todo el viernes, el sábado y el domingo sin ninguna respuesta. Él estaba internado, lúcido, esperando”, recordó Matías.
El lunes, ante la falta de respuestas, el equipo médico prescribió un modelo alternativo, pero desde PAMI les informaron que el dispositivo solicitado iba a llegar recién el viernes siguiente. “Les pedí que me dejaran ir a buscarlo donde fuera, con mis amigos, en auto. También habíamos juntado plata para comprarlo, pero si uno lo compra, PAMI no cubre la operación. Es una ambigüedad tremenda”, lamentó.
Finalmente, ese mismo lunes les autorizaron a retirar un marcapasos en la sede de Mataderos. Matías y sus amigos planeaban salir a las 2 de la madrugada, pero a la 1 recibieron la peor noticia: Raúl había fallecido.
“Mi papá murió esperando un marcapasos que nunca llegó. Nadie de PAMI me llamó, nadie dio una explicación. No hubo sensibilidad ni empatía. Esto puede pasarle a cualquiera”, expresó con dolor.
El caso pone en evidencia la falta de insumos y la ausencia de guardias activas durante los fines de semana, un problema que, según Matías, afecta a miles de familias en todo el país. “Si no hay un marcapasos de emergencia en una ciudad como Junín, ¿qué queda para el resto?”, cuestionó.
Matías confirmó que la familia presentó una denuncia judicial para que se investigue el caso y para evitar que otras personas atraviesen la misma situación. También destacó el trabajo del personal de salud del hospital: “Médicos, terapistas, enfermeros, hicieron todo por salvarlo. Ellos le dieron la oportunidad que PAMI le negó”.
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