En su intervención —alternando inglés y castellano— Lamelas relató que el propio mandatario estadounidense le pidió que colaborara directamente con el jefe de Estado argentino, lo que ya había generado cuestionamientos opositores en una ocasión anterior. “President Trump called me… And he asked me to help his friend, his amigo Javier Milei”, dijo, para luego remarcar: “Él no me dijo que venga aquí a ayudar a cualquier Gobierno o a cualquier partido. Él me dijo directamente y francamente que venga aquí, a este país, a ayudar a su amigo Javier Milei”.
El embajador reconoció que, tradicionalmente, los emisarios de Washington mantienen una postura equidistante, pero se desmarcó: “Yo sé que, a veces, los embajadores tienen to be neutrales… pero, claramente, yo no tengo que hacer eso”. De todos modos, buscó matizar: “No estoy para meterme con la política local. No, eso no es mi problema… eso es cuestión de ustedes”. Acto seguido insistió en que su foco será acompañar a la administración libertaria y a las empresas estadounidenses radicadas en el país: “Tenemos que apoyar este Gobierno, tenemos que apoyar verdaderamente las compañías que están aquí… eso es lo más importante”.
El evento contó con un fuerte gesto político del Gobierno argentino. Participaron varios ministros —Luis Caputo, Pablo Quirno, Mario Lugones, Diego Santilli— además del jefe de Gabinete Manuel Adorni, el asesor Santiago Caputo, referentes del ámbito empresario y dirigentes de la oposición, entre ellos Martín Tetaz.
Lamelas también se refirió al acuerdo bilateral entre Estados Unidos y Argentina anunciado en noviembre. Aseguró que el entendimiento avanza y que su firma es inminente. “Tenemos lo que se llama el Framework Agreement on Reciprocal Trade and Investment”, señaló, y frente a las consultas sobre los tiempos sostuvo: “‘¿Cuándo viene?’ Te voy a decir: viene pronto. A veces tienes que esperar para las cosas buenas”.
