Según el politólogo, llamó la atención que “Llaryora tomó la aposta, puso primera, segunda, cambió la marcha… y empezó a plantear lo que sería una gestión en los próximos dos años”. En ese mapa, destacó la puja interna entre Manuel Calvo, Daniel Passerini y Miguel Siciliano. “La figura de Siciliano es una figura que quiere tener protagonismo en los próximos años, y ser diputado no sé si es la mejor forma de tener esa pantalla”, explicó. Por eso, señaló que existe “la posibilidad de que se quede en la provincia y que efectivamente ahí haya una disputa con Calvo”.
Reynares planteó que ambos dirigentes representan “varones del riñón de la política cordobesa” y que su renovación es limitada: “Con una estética, con una postura, con una ideología que habla de un gatopardismo: cambiar para que nada cambie”. El analista consideró que el oficialismo provincial intenta adaptarse a la demanda de un electorado que comparte con Javier Milei. “La época convoca a bajar los impuestos. Porque eso es lo que dice el electorado… ese electorado que comparte tanto Llaryora como Milei”, apuntó.
Sin embargo, advirtió que esta estrategia tiene límites: “Uno puede llegar a confundirse y pensar que se está planteando un modelo de gestión provincial que busca confundirse o copiar algunos de los gestos del gobierno nacional”. Y fue contundente: “El electorado siempre prefiere el original, y el original hoy está gobernando en la Casa Rosada”.
Al referirse a la propuesta de reducción de tributos, Reynares remarcó que “la baja de impuestos implica mayor presión sobre las arcas de la provincia y también del municipio”, una iniciativa que también evalúa Passerini. Motivo por el cual reaparecieron “segunda, tercera ola de rumores… de un planteo por parte de la provincia de ocupar lugares más preponderantes en un gobierno municipal que se ha construido sobre un círculo muy estrecho de confianza”.
Según el politólogo, la idea sería “darle aire… llevando gente del Ministerio de Finanzas a la Muni”, aunque advirtió que “las limitantes de la gestión son más estructurales… tienen que ver con esos veintipico años de gobierno y con un cambio en el modo de hacer política al cual no puede reaccionar”.
Reynares sostuvo que la debilidad del oficialismo no está siendo compensada por una alternativa sólida. “Lamentablemente no hay una oposición que pueda promover una mejor representación”, dijo. Mencionó que del otro lado aparecen, además de Luis Juez y Gabriel Bornoroni “una propuesta que seguramente le dará cancha a los sectores más conservadores de la sociedad cordobesa”, incluyendo sectores de iglesias evangélicas, espacios de la Iglesia Católica ligados a educación y cultura, y actores de la economía concentrada. Pero dejó abierta otra posibilidad: “Capaz hay campo para promover nuevas representaciones populares… eso se va a ver en los próximos años”.
El politólogo también analizó lo que implica la cirugía a la que fue sometido el exgobernador Juan Schiaretti, diputado electo. Dijo que se pone en discusión “no solamente la salud, sino el poder representar… y la representatividad de Martín Llaryora en Diputados”. Recordó que el exmandatario buscaba “tener la presencia del bloque y mayor visibilidad”, aunque “seguramente sigan jugando en el bloque de Pichetto y compañía”.
Para Reynares, el margen de maniobra del oficialismo cordobés en el Congreso es acotado: “Se ve limitada en un Congreso que va a necesitar negociar un montón, ahí también Llaryora encuentra debilidad”. Alertó que, desde la llegada de Milei al poder, “lo que creíamos que no entraba en el terreno de lo posible, lo hace”.
Como ejemplo, señaló la designación de un militar como ministro de Defensa: “Un militar de mucha relevancia como Presti… y que eso no haya generado el nivel de ruido que podría haber tenido hace unos años”.
Explicó que encuestas recientes muestran que “hay un grueso del electorado… que ve con buenos ojos un Estado presente, pero un Estado con mano dura”, y que las Fuerzas Armadas mantienen altos niveles de confianza.
Para cerrar, Reynares recordó otro tema que genera preocupación: el nombramiento de la exministra de Seguridad de Córdoba —protagonista de los hechos de diciembre de 2013— como ministra de Seguridad de la Nación. “Eso también parece un dato muy importante para plantear qué tipo de gestión es la que estamos teniendo”, advirtió. Y concluyó: “Si tiene un juego propio con aquellos antecedentes… es preocupante”.
Escuchá la columna completa de Juan Manuel Reynares acá:
LA DESPENSA. Lunes a viernes de 9 a 12hs, con Emilia Calderón
Foto: Letra P.

