En contraste con las declaraciones del presidente Javier Milei, quien asegura que “lo peor ya pasó”, el dirigente gremial sostuvo que para los trabajadores y jubilados “lo peor está por venir”. En diálogo con AM 530, Aguiar cuestionó los recientes cambios en el Gabinete —con Manuel Adorni como nuevo jefe de Gabinete y Diego Santilli al frente del Ministerio del Interior— y consideró que estos movimientos confirman la decisión del Ejecutivo de avanzar con la “triple reforma” exigida por el FMI: laboral, previsional y tributaria.
Al referirse a la reforma laboral, el sindicalista afirmó que la iniciativa “acelerará la destrucción del empleo en la Argentina” y provocará una “regresión sin precedentes en materia de derechos”. En esa línea, señaló que detrás del discurso de “modernización” se esconde “más explotación, más precarización”.
Si bien se mostró dispuesto a discutir cambios en el sistema laboral, Aguiar subrayó que el problema radica en “quién la discute” y “a quién beneficia”. Según explicó, la propuesta está pensada “solo para mejorar los márgenes de rentabilidad de las grandes patronales” y ejemplificó: “Es una reforma que se escribe en las oficinas de Techint”.
Apoyado en informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el referente estatal advirtió que legislaciones similares aplicadas en otros países fracasaron, ya que no generaron empleo ni mejoraron su calidad. En cuanto al modelo de “salarios dinámicos”, que vincula la remuneración con la productividad individual, sostuvo que “reemplaza la solidaridad por arbitrariedad” y que “no premia al mérito, sino a la docilidad”.
Aguiar también rechazó la figura del “banco de horas”, a la que calificó como “la legalización de la extensión de la jornada laboral”. Y agregó que, para crear empleo genuino, el país debería “derogar la ley Bases” y avanzar hacia un debate más profundo: “Algún día en la Argentina habrá que discutir la riqueza para terminar con la pobreza”.
El titular de ATE insistió en que “esta reforma no puede pasar” y llamó a los trabajadores a ejercer sus derechos constitucionales, entre ellos el de huelga, la libertad de expresión y la manifestación pública. En ese sentido, sostuvo que existen condiciones para una huelga general que permita debatir abiertamente la legislación laboral.
Por último, apuntó contra la estrategia del Ejecutivo: “El Gobierno quiere encontrar gremialistas cómplices para avanzar con esta reforma laboral”. Y cerró con un mensaje hacia la conducción de la CGT: “Los sindicatos existimos para defender los derechos y los intereses de los trabajadores”

