Existen más de 6 millones de trabajadores y trabajadoras de la economía popular. La necesidad de que el aporte del estado con los salarios sociales, implica que las herramientas del Estado no sean «subsidios», sino que pilares de crecimiento económico.
Rosalía Cáceres, subsecretaria de Promoción y la Economía Familiar, expresa que pese a las dificultades de la pandemia, desde Potenciar Trabajo se articularon tareas entre compañeras y compañeros organizados en unidades productivas, economías familiares, orgas, cooperativas, y trabajadores de la economía popular.
«Desde el Estado se fue visualizando que son los espacios en los que podemos canalizar el trabajo del sector que muchas veces está invisibilizado como tal. Por ejemplo estamos organizando la construcción vinculado al trabajo en barrios populares», expresa.
«Es una oportunidad histórica para trabajadores/as de la rama de la construcción. Se van a urbanizar muchos barrios de la Provincia de Córdoba y la economía popular va a ser parte»
Además, en lo textil se avanza con producciones de barbijos para alumnos de primaria y de Paicor, desde centros como Overola, junto a otras organizaciones y grupos organizados lo largo de todo Córdoba.
La economía familiar trabaja de manera muy comprometida con muchas otras ramas más. La «Diplomatura en Promoción Sociocomunitaria de Cuidados Integrales» es uno de los nuevos proyectos en curso, destinada a trabajadoras y trabajadores de la economía popular, integrantes de organizaciones sociales y personas que brinden servicios de cuidado.
Esta iniciativa tiene como objetivo capacitar a personas promotoras en el ámbito social con conocimientos y saberes específicos sobre un primer nivel de cuidados integrales, para desempeñarse como nexo entre la comunidad, las instituciones estatales y las organizaciones sociales. La finalidad última es la inserción laboral.