La Asociación de Trabajadores del Estado en conferencia de prensa desmintió haber impedido el tránsito en la masiva marcha del 17 de mayo, luego de las acusaciones del fiscal Guillermo González, quien imputó a dos delegados por el supuesto delito.
González imputó a Andrés Díaz Campos y a Ricardo Barrionuevo, a quienes identificó como “las personas que lideraban” la última protesta de trabajadores de la salud, realizada el 17 de mayo.
El primero es camillero del hospital Misericordia y se presenta como delegado de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA); mientras que el segundo es enfermero del Tránsito Cáceres y se presenta como delegado de ATE.
Roberto Ramos, delegado de ATE, brindó su versión de lo acontecido a Radio La Ranchada: “Nosotros salimos del hospital Misericordia. Cuando llegamos al Ministerio (de Salud) ya estaban (los compañeros del) resto de los hospitales. La Policía había cerrado la bajada del puente, en avenida Vélez Sársfield, desde barrio Las Flores hacia el centro” afirma el delegado.
Ramos agregó que antes de salir del hospital Misericordia, mantuvo una charla con un policía de la Comisaría número 10. “Me preguntó si íbamos a cortar la calle y le dije que no. No acostumbramos a cortar toda la calle sino media calzada. No tiene sentido hacerlo porque lo que necesitamos es que la gente pase y vea nuestro reclamo” dijo el trabajador del Hospital Misericordia.
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