En este nuevo 7 de Agosto, la peregrinaciones y la presencia en los santuarios de San Cayetano se masifican. El padre Mario Otonello reflexiona al respecto.
«sin no hay trabajo, no hay pan… Y el pan sin trabajo es humillante y no dignifica», refiere el padre. «No es San Cayetano el que nos va a dar trabajo y los que tienen que dar trabajo miran para otro lado», parafrasea con respecto a la canción de Carabajal.
«Hay que pedirle a San Cayetano, pero no podemos quedarnos de brazo cruzados. Tenemos que luchar para que hay cambios en las estructuras, políticas económicas, sociales, y no hipotecar el futuro de los niños», remarca.
«San Cayetano es un referente que no ayuda a comprender el mensaje espiritual que nos ayuda a comprometernos con a las cuestiones materiales también… El reino de los cielos se anticipa mejorando el mundo. Y los movimientos sociales buscan eso; más allá de la religión, los valores de justicia, verdad, derechos humanos, libertad y paz…», destaca.
«Juan XXIII decía que la política es la expresión más grande de la caridad… Los movimientos sociales tienen una amplitud.. .Y la historia muestra que los grandes cambios vienen de abajo para arriba», remarca.
Desde el obispado se apoya y acompaña las luchas de los sectores populares, siguiendo los pedidos del Papa. «Nuestro obispo nos dijo ‘delen nomás´… Hay que luchar por el cambio en las estructuras y un compromiso por la justicia, que son los caminos que nos enseñó Jesús», remarca el cura.
«El Papa Francisco los llama ‘poetas populares’ porque desde abajo tiene creatividad para usar lo que a veces descarta este capitalismo para generar fuentes de trabajo genuinas para lo sectores más populares».
«San Cayetano vivió en una época bastante jodida… Fue un cura muy sensible que viendo el sufrimiento se jugó por eso. Distribuyó sus bienes entre los pobres con el estilo propio de aquellas épocas. Hoy, con la conciencia social que tenemos, la lucha se hace de otra manera», explica Otonello.