En la semana del Parto Respetado 2020, el lema es «Mi decisión debe ser respetada». En el marco de pandemia de coronavirus, la situación de las muejres y personas gestantes denuncian estar expuestas a la habitual violencia obstétrica, con las limitaciones que esta emergenca sanitaria plantea.
Desde la organización Nuestras Parteras aletaron que a las embarzadas de bajo riesgo se las dejó de antender y se cortaron las vías de comunicación, a pesar de que es importante que la personas gestante tenga acceso a los controles, y se haga ecografías y estudios varios.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación se publicó hace poco un documento especial para la atención de embarazos durante la pandemia, aclarando que no existe mayor riesgo en ellas de contraer COVID-19 que los que hay en la población que no es de riesgo.
El contacto piel a piel inmediato en el momento del nacimiento no parece aumentar el riesgo de enfermedad para el RN. Los beneficios de la lactancia materna superan los eventuales riesgos, y no se transmite de manera vertical, según se mostró en los partos que tuvieron lugar hasta ahora en contexto de emergencia sanitaria.
Dentro del documento de Nación, también se insta a los profesionales de la salud a «establecer una política institucional que respete el derecho de la embarazada y/o puérpera a estar acompañada durante el proceso de atención, tal como lo rige la Ley N°25.929«. Esto refiere al parto respetado; que es la garantía de poder parir dónde, cómo, cuándo y con quién la persona quiera, teniéndose en cuenta su autonomía y deseos.