¡Escuchános!

Ser Joven no es delito

Este jueves, las juventudes de los Movimientos Populares, llevaron adelante una Jornada Nacional contra la violencia policial y por la aparición de Facundo Castro Astudillo.

En cuatro meses de pandemia, la violencia policial y el gatillo fácil se llevó la vida de veinte pibes a lo largo y ancho del país. En este sentido los pibes y las pibas vienen denunciando que la relación del Estado con este sector no puede ser a través de las fuerzas de seguridad; y que es necesario que se den políticas de reconocimiento a los trabajos que vienen llevando adelante en sus barrios para hacer frente a la crisis con organización comunitaria.

En comunicación telefónica con Rocío Presta, militante de la Juventud Comunista Revolucionaria (JCR) Córdoba y la Juventud de la CCC (JCCC), nos comenta como viven los jóvenes el aumento de presencia de las fuerzas de policía y sobre todo el incremento en la violencia ejercida por estas: «La situación es complicada, desde que arranco el aislamiento social, llevamos mas de 20 casos de muerte, donde 8 se dieron en comisarias y 13 en instituciones similares; entonces la situación es muy complicado. Nosotros sostenemos que las medidas de cuidado durante la cuarentena, que sabemos que son necesarias, no pueden ser una excusa para seguir atacando a los jóvenes de los barrios«.

Continuando, Rocío nos comenta como se vienen organizando los jóvenes y los trabajos que se vienen llevando adelante en los barrios: «La cuarentena profundizo la crisis en los barrios y los jóvenes venimos cumpliendo un papel fundamental. La mayoría de los comedores se vienen sosteniendo gracias al trabajo de los jóvenes y mujeres de los barrios, eso es parte de lo que queríamos manifestar ayer en la jornada» y agregó: «Los jóvenes lo que vienen haciendo es organizando las ollas populares, garantizando los comedores; por ejemplo en Parque Ituzaingó son alrededor de 10 jóvenes los que trabajan en el comedor para garantizar las condiciones de sus compañeros«.

Para cerrar, la entrevistada se refirió a las medidas que debería llevar adelante el Estado para frenar con este trato hacia los jóvenes: «Yo creo que hubo un cambio en la Argentina, pero hay que tomar medidas de fondo. Hay que garantizar cuestiones de educación, de cultura, de deporte para contrarrestar un montón de otros problemas que tenemos los jóvenes de los barrios como lo son las adicciones. Es un ambiente muy hostil, donde la realidad es muy difícil y esto de garantizar el compañerismo y la solidaridad de una forma constante en la lucha contra el hambre en plena pandemia me parece que es parte de ese trabajo pero necesitamos medidas por parte del Estado también que apoyen esto«.