En una charla de ocho horas con la periodista Caro Fernández, Machado —57 años, oriundo de Viedma y con negocios aeronáuticos radicados en Miami— afirmó haber enviado un mensaje directo al asesor presidencial Santiago Caputo y consignó el supuesto contenido: «Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana». Según su relato, la respuesta de Caputo habría sido escueta: «Mensaje recibido».
Machado cumple desde 2021 prisión domiciliaria en una propiedad de la capital de Río Negro y aparece vinculado, según sus propias palabras, a casos como el narcoavión de los hermanos Juliá, vuelos vinculados a Lázaro Báez y al hallazgo de cargamentos de cocaína en México y Guatemala.
Las acusaciones no se limitaron al entorno presidencial. Machado dijo que advirtió al diputado José Luis Espert en 2021 sobre una supuesta persecución en su contra y reprochó que el economista lo hubiese «negado»: «No tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó? Yo lo quise advertir. Se lo dije en marzo de 2021, le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó», sostuvo en la entrevista, insinuando una relación previa con Espert que ahora sería desmentida.
Además, la nota apunta a Patricia Bullrich y al gobernador rionegrino. Machado describió, según su versión, una triangulación de fondos destinada a financiar la campaña presidencial de 2023 de la actual ministra de Seguridad. Y sobre el mandatario provincial, dijo que mintió acerca de las circunstancias de un encuentro y lo vinculó a negocios locales, entre ellos permisos para explotar arenas silíceas que —afirmó— habrían sido concedidos a un supuesto testaferro, Claudio Cicarelli.
Por ahora, los principales medios nacionales han tratado el episodio con cautela y no lo han ubicado en su primera plana, en una estrategia similar a la que se observó con los audios de Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad. Pero las declaraciones de Machado, difundidas en el instante previo a la resolución sobre su extradición, podrían convertirse en un problema para el oficialismo si el empresario decide que va a cumplir su advertencia de «fundirlo todo» desde una cárcel estadounidense.