La Cámara de Diputados aprobó y envió al Senado el proyecto de ley de teletrabajo que regula la modalidad de trabajo a distancia, al establecer los derechos laborales de los empleados y las obligaciones de los empresarios.
La iniciativa sumó 214 votos a favor, uno en contra y registró 29 abstenciones.
El proyecto tuvo dictamen consensuado entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio y establece los presupuestos mínimos de esa modalidad de tareas, como la garantía de derechos laborales, tanto en cuanto a la definición de una jornada como al derecho a desconexión, la intimidad del domicilio y la posibilidad de revertir esa modalidad y volver al sistema presencial.
En ese sentido, establece que las regulaciones específicas «se determinarán para cada actividad mediante la negociación colectiva respetando los principios de orden público establecidos en esta ley».
La modalidad de trabajo a distancia «debe ser voluntaria por consentimiento escrito y puede ser revertida con una notificación por el trabajador», que podría regresar así al trabajo presencial, se aclara.
Otro punto clave es que se garantizan los «derechos colectivos» de los trabajadores e igual representación sindical a la del conjunto de las personas que trabajan en forma presencial.