Una organización social que transforma la problemática del consumo en proyectos de vida, donde más del 70% de su equipo está conformado por quienes han transitado el propio proceso de recuperación, demostrando que la salida es siempre colectiva.

La organización social Vientos de Libertad se erige como un faro de esperanza en el abordaje de las problemáticas del consumo, destacándose por su enfoque integral, social y comunitario. Inaugurada en Córdoba en 2021, la institución ofrece un acompañamiento profundo que va más allá de la mera interrupción del consumo, creyendo que es fundamental «pensar en el sujeto que tiene una historia de vidas que es más allá del consumo».
El modelo de Vientos de Libertad se sustenta en un equipo interdisciplinario que incluye psicólogos, trabajadoras sociales, talleristas y coordinadores, complementado por espacios de terapia individual, grupales y talleres de oficio y formación. La vida en sus casas convivenciales –diez para varones y disidencias, y tres para mujeres y disidencias distribuidas en la provincia, junto a más de cien centros barriales– sigue una estructura diaria con horarios definidos y reuniones grupales semanales donde los participantes comparten sus sentires, fomentando la ayuda mutua y la construcción colectiva.
Un pilar distintivo de este espacio comunitario es que más del 70% de sus trabajadores son compañeros y compañeras que han atravesado el proceso de la problemática del consumo. Esta particularidad otorga un valor incalculable al acompañamiento, basado en la empatía y la experiencia vivida.
La historia de Pedro Belloti es un testimonio conmovedor de esta transformación. Llegó a Vientos de Libertad en abril de 2022, sintiéndose, según su testimonio, «roto anímicamente y sin encontrar el sentido de la vida». Encontró un espacio de afecto y contención con compañeros transitando situaciones similares y mediante este proceso pudo darse cuenta de que el consumo era solo la «última gota que rebalsó el vaso», y que detrás había un montón de otras cuestiones que lo habían marcado.
Pedro relata cómo las terapias, los talleres y el apoyo del equipo le brindaron herramientas para resolver de otras maneras y construir de una manera más sana. Tras cuatro meses y medio, tuvo su primera salida a su barrio de origen, Villa La Tela. Esta experiencia fue clave para revincularse con su familia, fortalecer esos vínculos y construir una nueva confianza con ellos.
Superando las ansiedades y la abstinencia iniciales, el proceso culminó para Pedro en febrero de 2023. Gracias a su esfuerzo y al acompañamiento, en marzo le ofrecieron trabajar como coordinador dentro de la institución. Hoy, como uno de los referentes del espacio, transmite sus experiencias y sigue formándose, sintiendo que Vientos de Libertad le salvó la vida.
Ahora busca aportar un granito de arena a otros, convencido de que la lucha y la salida es colectiva. La esencia de Vientos de Libertad radica en ese abrazo inicial y la escucha que reciben quienes llegan y en la convicción de que, una vez superado el consumo, el verdadero trabajo comienza: construir un proyecto de vida.