En Villa Allende, vecinos y vecinas llevan adelante un acampe en defensa de un quebracho blanco de más de 300 años ubicado sobre la avenida Padre Luchese. En los últimos días, la protesta escaló con acciones directas, entre ellas el encadenamiento al ejemplar y la presentación de reclamos legales y públicos ante la municipalidad.
Miguel Ángel, vecino de la ciudad, dialogó con La Ranchada y denunció la falta de respuestas oficiales y la represión sufrida por quienes participan del reclamo. “Ayer logramos que nos atendiera Crespo, que no sé si es el segundo después del intendente Pablo Cornet. Nos prometieron una audiencia con la empresa, pero a las dos horas nos mandaron a la policía con una orden judicial para desalojar”, relató.
Según su testimonio, la propuesta de correr tres metros el trazado de la obra resultó ser falsa. “A esta altura quiero creer que el intendente y la empresa deben tener una coima o un desfalco. Ya no entendemos nada”, expresó, señalando la falta total de diálogo con el gobierno municipal. “Nos atendieron solo porque llevamos gente a la puerta con bombos. Nos mintieron en la cara”, agregó.
La defensa del árbol no solo responde a su antigüedad, sino también a su carácter simbólico y ambiental. “Queda solo el 3% del bosque nativo. Este quebracho tiene 300 años. Lo que quieren hacer es desastroso”, sostuvo Miguel Ángel. Además, aseguró que el intento de traslado implica, en realidad, su destrucción. “Inicialmente los ingenieros decían que había un 20% de chances de que sobreviviera. Ahora, en pleno invierno, la probabilidad es cero”.
En ese marco, el ambientalista Raúl Montenegro presentó un proyecto para declarar al árbol como patrimonio local y denunció penalmente al intendente, al gobernador y a las dos juezas que rechazaron una cautelar presentada por los vecinos. “No es solo un patrimonio de Villa Allende, es de toda Córdoba”, remarcó Miguel Ángel.
El conflicto también incluye denuncias sobre el accionar policial. “Nos cercaron alrededor del árbol cuando ya estaba abierto el lugar. Eso es privación ilegítima de la libertad. Estábamos adentro, al lado del árbol, y nos encerraron”, denunció.
Pese a todo, los vecinos aseguran que seguirán luchando: “Sin violencia, poniendo el cuerpo. No nos queda otra. Hay acciones judiciales en curso y vamos a resistir lo más que podamos”.
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