El cuarteto cordobés, con más de 80 años de historia, ha experimentado transformaciones profundas a lo largo del tiempo. Aunque su nombre se mantenga inalterable, su sonido y sus formas de interpretación han evolucionado para adaptarse a las nuevas generaciones y a las tendencias musicales contemporáneas. Desde sus orígenes influenciados por ritmos europeos como la polka, el pasodoble y la tarantela, el tunga tunga ha incorporado géneros caribeños como el merengue y el reguetón, alejándose de aquellos primeros compases ejecutados con piano, acordeón, violín y contrabajo.
A la par de los cambios musicales, el circuito de los tradicionales «bailes» también ha transitado una metamorfosis. Lo que en sus inicios se celebraba en taperas y galpones del campo, se trasladó en los años sesenta a los clubes barriales de la ciudad de Córdoba, acompañando la migración de trabajadores hacia la industria automotriz. Para los años ochenta, la creciente popularidad del cuarteto llevó estos eventos a espacios céntricos como el Estadio del Centro, Maipú Show, Jerónimo y La Vieja Usina, consolidando una agenda semanal donde cada artista tenía su noche fija.
Un nombre fundamental en la historia del cuarteto es el de Carlos «La Mona» Jiménez, quien inició su carrera como solista en 1984 tras dejar el Cuarteto de Oro. Con una agenda cargada de presentaciones en la ciudad, la provincia y el país, Jiménez forjó un vínculo inquebrantable con su público. En ese recorrido, el Monumental Sargento Cabral, ubicado en la esquina de las calles Sargento Cabral y Junín del barrio San Vicente, se convirtió en un emblema de su trayectoria, siendo el escenario predilecto de sus rituales cuarteteros cada viernes por la noche.
Sin embargo, problemas de salud y las restricciones impuestas por la pandemia obligaron a Jiménez a pausar esas históricas presentaciones semanales. Durante los últimos años, el «Mandamás» optó por realizar conciertos masivos esporádicos, manteniendo viva su conexión con el público, aunque lejos del icónico club de San Vicente.
Ahora, tras cinco años de ausencia en el Sargento Cabral, «La Mona» Jiménez anuncia su esperado regreso. Este viernes protagonizará el primero de tres bailes programados, retomando una tradición que marcó su carrera y la historia del cuarteto. La expectativa entre sus seguidores es enorme, y las redes sociales del artista reflejan una intensa reventa de entradas, evidenciando el fervor que despierta este retorno.
La vuelta de Jiménez al Sargento Cabral no es solo un evento musical, sino un homenaje a la historia viva del cuarteto y a la profunda conexión que el artista ha construido con su público a lo largo de décadas. Estas tres noches prometen convertirse en un hito inolvidable para los fanáticos del género y para quienes han seguido de cerca la trayectoria del máximo referente de la música popular cordobesa.