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No son crímenes pasionales, son Femicidios

Comunicado sobre el tratamiento mediático del femicidio de Catalina Gutiérrez.

A los medios de comunicación y a la sociedad en general

Quienes abajo firmamos, trabajadorxs de la Universidad Nacional de Córdoba y de diferentes sectores sociales, afectadxs por el femicidio de Catalina Gutiérrez, estudiante de la Facultad de Arquitectura de esta Universidad, nos dirigimos a ustedes para expresar nuestra preocupación ante el tratamiento mediático que se está llevando a cabo sobre dicho femicidio, ocurrido el pasado 18 de julio en la ciudad de Córdoba.

Desde esa fecha, el femicidio de nuestra compañera tuvo un tratamiento mediático irresponsable, sensacionalista, superficial y fragmentado en los diferentes medios masivos de comunicación y redes sociales. Especialmente nos ha preocupado que en canal 12, de la mano de periodistas de reconocida trayectoria, se denomine al femicidio de Catalina como “crimen pasional”, retrocediendo gravemente en los modos de nombrar y explicar las problemáticas de género que materializamos en diferentes programas nacionales, legislaciones e incluso en capacitaciones para sensibilización y comprensión de estos temas de libre acceso para periodistas y agentes estatales con responsabilidad pública como la Ley Micaela.

Para hacer memoria colectiva, en la Argentina, durante el año 2012, se incluyó la palabra “femicidio” como carátula legal que reemplaza aquellos asesinatos que solían denominarse “crímenes por amor”; “acciones irracionales”, o “crímenes pasionales”. Esto resultó muy importante, ya que estas frases daban a entender que los varones quitaban la vida a las mujeres por el solo hecho de “amarlas demasiado”, por un desborde emocional o por una patología o padecimiento mental. Fue entonces que el 14 de noviembre de 2012 se aprobó la Ley N.º 26.791, que introdujo la figura del femicidio en el Código Penal argentino. Esta ley amplió la definición de homicidio calificado por parentesco y la lista de delitos de odio, e introdujo los conceptos de feminicidio y feminicidio vinculado. Desde ese momento, el concepto de “femicidio” ha posibilitado la exposición de la violencia que las mujeres y personas trans y travesti padecen y su comprensión en el marco de su entorno social y cultural.

Los estudios de género y los movimientos feministas con años de investigación y acción han demostrado que los femicidios son crímenes de odio dirigidos hacia mujeres y personas LGBTQI+ bajo la creencia de que el cuerpo de ellas les pertenece a los varones y que cuando estas se niegan a ser de su patrimonio, ellos tienen derecho a acabar con su vida. Por eso, que hablemos de femicidio permite nombrar la responsabilidad que tiene quienes se autorizan a quitarle la vida a una mujer por el solo hecho de serlo e inhabilita que se justifiquen en nombre de un “estado de conmoción violenta”, por una emoción que no se puede controlar o un exceso de esta, estrategia discursiva que suele usarse como un “atenuante” de los femicidas en los juiciosDe allí que hablar de femicidio, usar los términos correctos, nos permite hacer justicia.

Solicitamos a los medios de comunicación que utilizaron expresiones como “crimen pasional”, en especial a canal 12, a responsabilizarse por sus dichos y a cubrir el femicidio de Catalina con responsabilidad y sensibilidad; así como a cumplir con su función social y educativa, explicando a la sociedad qué supone un femicidio, de manera de reparar el daño que sus prácticas han causado en la comunidad educativa y social en general.

La sociedad ya dijo #NIUNAMENOS, no retrocedamos ni un paso más.

En La Hora de las Villas y los Barrios charlamos con Alejandra, Feminista, docente, investigadora y extensionista de la facultad de Ciencias Sociales y de Servicio a la Acción Popular (SEAP).