La Policía de Córdoba atraviesa una nueva crisis institucional tras el arresto de su máximo responsable de la Policía Caminera. El fiscal Guillermo González ordenó la detención del comisario general Maximiliano Gabriel Ochoa Roldán, actual jefe de la fuerza vial, acusado de liderar una organización delictiva dentro de la estructura policial.
Los delitos que se le imputan van desde coacción y extorsión hasta asociación ilícita en calidad de jefe, enriquecimiento ilícito, peculado de servicios y encubrimiento. Junto a él fueron detenidos su hermano, también policía, altos mandos de distintas áreas, abogados y civiles señalados como cómplices en una red que utilizaba información reservada de la fuerza para lucrar mediante cobros ilegales, defensas penales y negociaciones extrajudiciales.
En la misma causa fueron arrestados el comisario inspector Leonardo Javier Torres, responsable de Asesoría Letrada de la Policía; Martín Darío Heredia, de la Caminera; Jorge Gutiérrez, de la Dirección de Custodias y Protección de Testigos; además del suboficial principal Dante Gabriel Villalba y el civil Gabriel Élido Burkhard. Las imputaciones incluyen asociación ilícita, peculado y extorsión, entre otros cargos.
El escándalo derivó en allanamientos clave en la Jefatura de Policía, La Calera y Cosquín, donde se detuvo a siete personas y se secuestró documentación que probaría el uso ilegal de bases de datos oficiales para extorsionar, cobrar deudas y obtener honorarios indebidos.
En una conferencia de prensa, el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, y el fiscal González confirmaron que la causa sigue abierta y no descartan más detenciones. “Los delincuentes son delincuentes, al margen de la tarea que ocupen”, remarcó González, quien destacó la gravedad de la red delictiva dentro de la estructura policial.
La investigación, que golpea directamente la credibilidad de la institución, expone una trama de corrupción interna que, según la fiscalía, operaba de forma sistemática aprovechándose de información privilegiada. La magnitud del caso y el nivel jerárquico de los implicados generan un terremoto político y judicial en la seguridad de Córdoba.
Uno por uno los detenidos y las acusaciones
- Comisiario General Ab. Maximiliano Gabriel Ochoa Roldán, quien se desempeña como Jefe de la Policía Caminera de la Provincia de Córdoba. Está acusdo de los delitos de coacción, extorsión, asociación Ilícita en calidad de Jefe, peculado de servicios, enriquecimiento ilícito –cuatro hechos-, encubrimiento por omisión de denuncia –tres hechos-.
- Gabriel Élido Burkhard (civil), quien está acusado de los delitos de coacción, extorsión, asociación Ilícita en calidad de Organizador, enriquecimiento ilícito –cuatro hechos-.
- Comisario Inspector Ab. Leonardo Javier Torres: quien está a cargo de la Dirección de Asesoría Letrada de la institución policial. Está acusado del delito de Asociación Ilícita en calidad de miembro.
- Comisario Inspector Ab. Martín Darío Heredia: quien se desempeña en la Policía Caminera de la Provincia de córdoba. Está acusado de los delitos de Asociación Ilícita en calidad de miembro, enriquecimiento ilícito –un hecho- y encubrimiento por omisión de denuncia –dos hechos-.
- Ab. Gastón Miguel Ochoa Roldán: también es policía y es hermano del jefe de la Policía Caminera. Está acusado del delito de Asociación Ilícita en calidad de miembro.
- Comisrio Inspector Jorge Gutiérrez: quien se desempeña en la Dirección de Custodias y Protección (“Protección de Testigos”). Está acusado del delito de asociación Ilícita en calidad de miembro, peculado de servicios.
- Suboficial Principal Dante Gabriel Villalba: quien se desempeña como chofer en la Jefatura de Policía. Está acusado de los delitos de coacción, asociación ilícita en calidad de miembro y peculado de servicios.
