“Hoy es un día histórico, porque iniciamos una de las obras más trascendentales: un nexo importantísimo para la producción que va a salvar muchísimas vidas”, expresó Llaryora, al tiempo que recordó que la obra estaba prometida desde la década del 70 y nunca fue concluida.
El mandatario remarcó que los cordobeses aportan más de lo que reciben: “Venimos colaborando con la Nación muchísimo más de lo que la Nación colabora con Córdoba. Pagamos impuestos específicos, como el impuesto a los combustibles, que son para obras de infraestructura. Sin embargo, no se hicieron ni se terminaron las obras”.
En ese marco, defendió la decisión de avanzar con fondos provinciales: “Frente al abandono, los cordobeses no vamos a abandonar a nuestra gente. Con recursos propios iniciamos esta obra y la vamos a terminar. Así como terminamos las autopistas de Calamuchita y Punilla, que mejoraron la seguridad, potenciaron el turismo y generaron trabajo, vamos a convertir esta ruta de la muerte en una ruta de la vida, de la seguridad y de la producción”.
Llaryora también criticó la ausencia de presupuesto nacional: “Hace dos años que la Argentina no tiene presupuesto. Ese impuesto a los combustibles tiene un fin específico y deberían repartirlo proporcionalmente en todo el país. Nos deben esa plata y vamos a seguir reclamando”.
Finalmente, el gobernador volvió a remarcar el compromiso provincial: “Un país sin obras es un país que no puede progresar. Los gobiernos nacionales prometieron esta ruta y nunca la terminaron. Este gobierno ni siquiera tiene la voluntad de hacer una obra en toda la Argentina, pero se queda con la plata. Nosotros, los cordobeses, la empezamos y la vamos a terminar sí o sí”.
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